Bat-Mitzvah. Ceremonia de iniciación religiosa para una niña judía de doce años y un día, considerada la edad de madurez religiosa.
Una coming of age cultural y a prueba de "nepo babies".
Sadie Sandler, hija de Adam Sandler, protagoniza "¡No estás invitada a mi Batmitzvá!". Es Ronnie Friedman, quién está más que emocionada por su Bat-Mitzvah, evento que ha definido como "el momento" de su vida. Junto a Lydia (Samantha Lorraine), su mejor amiga, lo tienen preparado todo para que cada una viva el día como lo ha soñado. Andy Goldfarb (Dylan Hoffman), el deseo de todas las adolescentes de su grupo y amor platónico declarado de Ronnie, se les cruza en el camino, el drama entorpece cómicamente el esperado evento.
Happy Madison y Adam Sandler están madurando. El año pasado entregaron "Garra", una de las mejores películas del actor, sumándose a "Embriagado de amor" y "Uncut Gems", filmes en los que ha dado cuenta que puede ser mucho más que un comediante ligero. Con "¡No estás invitada a mi Batmitzvá!" dan otro paso.
"¡No estás invitada a mi Batmitzvá!" es una adaptación de la novela de Fiona Rosenbloom, quién narra su propia experiencia. Es también el primer protagónico de Sadie Sandler, hija mayor de Adam. Es una comedia adolescente que fácilmente podría deducirse recurre a los chistes gratuitos recayendo más en la fórmula de otras tantas que ya se han visto, pero no es así. Está mucho más en la vena de títulos como "La noche de las nerds" o "No me las toquen" y lo hace, además, con conocimiento judío.
El corazón del filme está en la amistad y en el subtexto están los valores judíos, en especial, los relacionados con el propio rito del Bat-Mitzvah, destacando el "ser responsable de los propios actos". El guion entiende muy bien de qué trata el rito de pasaje y más allá con cómo conecta con otros como la Quinceañera, el Wakaway, los Dulces 16 y con cualquier adolescente que no sabe quién es, quiere ser adulto y no sabe cómo. El momento en que sucede para Ronnie es poderoso. Está en cuando asume lo que ha hecho y toma acciones al respecto. Puntos extra por el desenlace que evita caer en lo esperado y que conecta muy bien con la generosidad que Ronnie debe aprender como parte de su proceso, pero que no es su proyecto de Bat-Mitzvah. El proyecto es de ayudar a otros. Su decisión final es sobre la amistad, el desapego y el entendimineto. "¡No estás invitada a mi Batmitzvá!" tiene sus clichés, pero es un filme más maduro de lo que aparenta.
A Sadie Sandler fácilmente podría tildársele de ser una "nepo baby" o bebé del nepotismo, después de todo su padre es el productor y el filme es un vehículo para ella. Lo sería si no tuviera talento. Sadie ha estado frente a las cámaras desde 2008, cuando tenía apenas 2 años, habiendo aparecido en "No te metas con Zohan" y "Cuentos que no son cuento". De ahí ha estado en una gran cantidad de películas de su papá, en cameos y participaciones menores. Aquí tiene en gran medida el peso de la película y lo hace muy bien. Es carismática, chistosa, pero también efectiva en el drama. Es una sorpresa y una promesa. "¡No estás invitada a mi Batmitzvá!" es un filme muy familiar. Sunny Sandler aparece como Stacy, hermana mayor de Sadie (aunque en la vida real es la menor) y Jackie Sandler hace a Gaby Rodríguez Katz, madre de Lydia. Curiosamente la familia Sandler no conforma la familia en la ficción, el rol de Bree, la mamá recae en Idina Menzel, quién físicamente embona muy bien, amén de hacer buena labor.
Si hay algo que recriminarle a "¡No estás invitada a mi Batmitzvá!" está en el que Sadie Sandler ya no se ve del todo de 13 años, la edad que refieren y es que tiene 17. En fin... es una licencia y una no tan grave ni tan distante en tiempo si se recuerda que Hollywood ha hecho pasar por adolescentes con mucha mayor distancia de edad a otros tantos actores. Vaya, Olivia Newton-John tenía 29 en "Vaselina" y Sandy estaba en sus 17.
En cualquier caso, "¡No estás invitada a mi Batmitzvá!" explora adecuadamente el rito al tiempo en que construye una buena coming of age sobre amistad. Es una carta de amor a lo agónico, esperanzador, desordenado, intenso, pero divertido que es el camino a la madurez. "¡No estás invitada a mi Batmitzvá!" es una invitación que debe tomarse.
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"You Are So Not Invited to My Bat Mitzvah"
EE. UU. 2023 - 1h 43m
