A esta fiesta no me inviten.
¿En qué momento...? ¿En qué momento alguien pensó que esto era una buena igual? Quizás en papel o como premisa prometía, pero si el resultado final es parecido al guion es claro que siempre estuvo destinada al fracaso.
"Invitación a un asesinato" es la versión región menos cuatro de "Glass Onion: Una historia de Knives Out" con elementos de "Only Murders in the Bulding". Desafortunadamente, fuera de las ideas que roba o tomas prestadas, si se quiere ser más generoso, no comparte nada más y, desde luego, es incapaz de replicar la genialidad de aquéllas. De la primera toma la base de su historia: un grupo de personajes son invitados a un fin de semana donde el juego es desentrañar un asesinato que resulta ser real. De la segunda, el que la protagonista tiene un podcast y el tono.
Aquí, Olivia (Maribel Verdú), es quién organiza la reunión. Es una mujer adinerada, con un gran dolor tras la pérdida de su hija cinco años antes. Los invitados son: Carlos (Pedro Damián), su esposo, del que está alejada; Agatha (Regina Blandón), su hermana, de quién también está distanciada; Cary (Manolo Cardona), un actor cuya carrera ha visto mejores días; Sonia (Stephanie Cayo), su (ex)amiga, y su pareja, Naram (Aarón Díaz), maestro de yoga, y Figue (José María de Tavira), su médico. En el viaje está también Doña Cristina (Helena Rojo), su ama de llaves.
La película pretende ser una comedia de misterio, pero no consigue ni uno ni otro. El planteamiento ve las invitaciones llegar (a la "Glass Onion"), para luego mostrar la llegada y hacer la presentación de personajes que, a decir verdad, no son especialmente interesantes. Son, más bien clichés del cliché. Luego, cuando la muerte sucede, Agatha toma la iniciativa, manipulando al agente dejado para evitar que alguien huya mientas se decida qué ciudad es la que tiene jurisdicción. Como es de esperarse, el grueso del filme va de conocer las "secretas intenciones" detrás de los invitados y que "cualquier puede ser el asesinato". La cuestión está en que ningún es lo suficientemente interesante como para resultar un asesino creíble y, por otro lado, que cuando las piezas empiezan a encajar (con más facilidad que la tabla del uno y como debe suceder con una duración de hora y media... aunque no es que una mayor hubiera hecho diferencia), no hay sorpresas. Uno quiere que termine todo y saber quién es el culpable, más por disciplina que por verdadero interés, pues cuando se revela lo único que puede hacerse, es decir, "Ah... ¿y luego?". Sólo hay que comparar ese resultado con las obras mencionadas o con cualquier novela de Agatha Christie y que tan bien han sido llevadas al cine, más recientemente por Keneth Branagh. El misterio se resuelve y en el espectador quedan muchas ideas, preguntas y aspectos por discutir.
La historia proviene de la novela homónima de Carmen Posadas que tampoco ha sido bien recibida por la crítica. El filme confirma que hacer comedia de misterio tiene su chiste y que "Malvada" no es una gran referencia en cuanto a la comedia se refiere; Cravioto, el director, tiene trabajos más logrados en el drama con la serie "Monarca". Confirma también que Regina Blandón es menos graciosa de lo que cree y que el talento histriónico de Aarón Díaz es inversamente proporcional a su atractivo físico (aquí explotado al por mayor). Para Stephanie Cayo y Manolo Cardona, quiénes han trabajado antes juntos, es mucho mejor verlos en "Amalgama". Maribel Verdú, para su fortuna, aparece muy poco. Pedro Damián debería volver a producir. José María de Tavira ha tenido mejores vehículos y Helena Rojo merece proyectos que le rindan honor a su trayectoria y que aprovechen su presencia y talento.
"Invitación a un asesinato" es una pena. Es aburrida, falta de ingenio e iniciativa. Es, como su título indica, una invitación a un asesinato, pero de neuronas. Es ya, en sí misma, una invitación a atestiguar un asesinato, mejor dicho, un suicidio, el de la propia película que nació muerta.
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México - 1h 32m
