La definición de "wannabe" en pleno.
"Mindcage" tiene una idea que podría ser interesante, incluso provocadora, pero no sabe qué hacer con ella y termina siendo un thriller psicológico que recuerda en mucho a "El silencio de los inocentes" y también a otros tantos como "Seven" que son mucho superiores. Es una ironía, le pasa justo como al asesino que detona la historia: quiere ser como el que imita, pero una copia nunca será igual al original.
En "Mindcage", Melissa Roxburgh es Mary, una joven detective que se ve a cargo de investigar una serie de asesinatos que son iguales a los que cometiera "El Artista" (John Malkovich), quién está en prisión y cuya ayuda requiere para resolver el caso. Jake (Martin Lawrence), a cargo de la investigación que encarceló a "El Artista" la compaña con todo y el bagaje que le implica que su anterior pareja muriera cuando lo atraparon.
Por dónde empezar... la propuesta de "Mindcage" en gran medida está en el misterio que implican asesinatos que son exactamente iguales a los de "El Artista". Es denominado así pues tiene gran habilidad para el dibujo, los retratos. Pareciera que al dibujar a una persona tiene la capacidad de estudiarlos, comprenderlos y "meterse en ellos". Además, a sus víctimas siempre las dejó colocadas como "obras de arte", en gran medida como ángeles caídos en elaborados montajes que incluyen maquillaje, vestimenta y accesorios. Como hace Anthony Hopkings con Hannibal Lecter, "El Artista" inquieta con su presencia y comentarios o debiera hacerlo. John Malkovich es un gran actor con grandes interpretaciones en filmes que son icónicos como "Relaciones peligrosas", "¿Quieres ser John Malkovich?", "En la línea de fuego" y "En un lugar del corazón", por estas dos últimas fue nominado al Oscar. Sin embargo, aquí carece de la fuerza y contundencia para lograr ese efecto que hizo que Hopkins ganada un Oscar a Mejor Actor con sólo 16 minutos y es que Lecter se siente en toda la película aún y cuando no está a cuadro. En "Mindcage" eso no pasa y no es culpa de Malkovich.
El centro del problema está en principio en un guion que sigue la receta del thriller, pero que no tiene nada que decir; el problema no está en tener una receta, está en saber seguirla y, más aún, en darle identidad propia, una sazón que la distinga. Un buen filme propone algo, presenta una postura sobre un tema. Aquí la intención está en hablar de cómo la mente es una prisión que limita o bien sobre la cuál otros podrían limitarnos, por eso se llama "Mindcage" o "Jaula mental". Eso no sucede. Es una copia barata que conforme avanza se vuelve más inverosímil. Mauro Borrelli, el director, no tiene tampoco la habilidad para darle algo de personalidad al filme ni para aprovechar a su elenco. Melissa Roxburgh lo intenta, pero Mary no es Clarise Sterling; el guion hace planteamientos sobre su pasado y presente que podrían darle dimensión, pero se quedan en eso, en planteamientos. Martin Lawrence está prácticamente en una función decorativa. Al menos todo dura poco tiempo.
"Midcage" es un desperdicio de tiempo en todos los sentidos, de quiénes la hicieron y de quiénes la ven. Es una muestra de una mente vacía e infértil. Es, según su promesa "el arte de matar", pero neuronas.
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EE. UU. 2024 - 1h 36m
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