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Foto del escritorCarlos Andrés Mendiola

"Amarres"

HBO Max 1 de 1.

La primera serie de HBO Max en México está mucho más cerca en términos de factura de Netflix que de Amazon Prime y, aún mejor, tiene una identidad propia que la diferencia de ambas. La protagonista es Ana (Gabriela de la Garza), una madre de tres, cada uno con papá propio (ya saben, por aquello de que no se peleen) y con una problemática particular: Armando (Martín Saracho) tiene habilidades especiales, pocas sociales y quizás es gay; María (Alicia Jazis) hace grafiti e intenta reconciliarse con su padre, quién se suicidó, y Olga (Nicole de Albornoz), sufre al ver a sus padres pelar por la custodia por lo que busca en "Dios", con quién habla, una solución. El reto de Ana es conservar a sus hijos mientras resuelve dos pequeños detalles: cómo hacerse de un sustento (y es que ella es diseñadora de moda, pero eso no le deja tanto y en su herencia está el hacer "amarres" o actos de brujería que atan a una persona con otra), y decidir qué hacer con dos nuevos pretendientes, Ricardo (Hugo Catalán), de cuyos encantos sexuales no puede resistirse y co-responsable de sus aprietos económicos, y Roger (Juan Pablo Medina), un paramédico de buenas intenciones.

"Amarres" es un drama con toques de fantasía que podrían decirse están a poco de caer en el realismo mágico. Este aspecto mágico le agrega mucho del toque mexicano, jugando con la fe en varios sentidos, aunque quizás dejándolo un tanto en la superficie cuando llega el desenlace. La serie no es perfecta y, además de ese detalle, tiene otros tantos que se da por el número de personajes y episodios. Por ejemplo, en el episodio 10 sí se concluye la cuestión de la custodia y se plantea un cliffhanger, pero se dejan otros tantos aspectos en el aire, varios relacionados con Ana. Sin embargo, "Amarres" acierta en mucho, mucho más y consigue algo en lo que muchas otras han fallado: es una serie, no una telenovela disfrazada o con pretensiones de serie.

Si bien Ana es el personaje central, "Amarres" hace bastante buena labor en desarrollar a otros tantos personaje, principalmente a sus hijos. Gabriela de la Garza está muy bien como Ana, es muy creíble como una madre joven que intenta hacer lo correcto, pero es humana y tiene fallas y necesidades (muy divertido y cierto cuando la amiga de María le dice que su mamá tiene más sexo que ella); muy bien logrados aquellos aspectos en los cuáles debe ser mamá, guiando a sus hijos por el camino correcto, aunque ella misma haya tomada el otro en su momento o quizás aún (la serie no es moralina y se le agradece esa apertura en cuanto a "fumarse un churrito" o tener sexo casual). Ojalá la segunda temporada se permita explicar mejor el porqué de sus propias conflictos con el uso de la magia. Esa es una deuda y quizás el cliffhanger lo permita.

Alicia Jazis y Nicole de Albornoz están fantásticas como María y Olga, la primera en su rebeldía que no es más que un grito de auxilio; la segunda es tierna, resuelta y más madura que sus padres en más de una ocasión. Mención especial merece Martín Saracho. Es un actor que he visto antes en teatro y que tiene una cualidad muy especial que le permite ir de lo vulnerable a lo intimidante en gran medida gracias a su mirada. Saracho aparece en "¿Quién mató a Sara?" y a diferencia de aquella donde es desaprovechado, aquí consigue algunas de las mejores escenas de la temporada. Tiene grandes momentos cuando Armando intenta hacer sentido y expresar lo que siente bajo su estructura metal que es por completo analítica. Es un gran talento que merece mejores oportunidades.

Del elenco merecen también menciones Hugo Catalán quién es irresistible como Ricardo, pero debe cuidar no quedar encasillado en roles de "chacal"; es inevitable recordarlo en "El juego de las llaves"; Juan Pablo Medina está muy distinto a lo que hizo en "La casa de las flores" y es de una ternura y bondad que hace fácil creer; y Regina Flores Ribot (Virginia, la confidente y ayudante de Ana que tiene su propio drama). Del debutante Jordy Ulloa, Charlie, interés romántico de Armando, queremos ver más. La estructura de la serie, donde el prólogo regularmente presenta a alguien que requerirá un amarre, permite la aparición de otros actores como Nailea Norvind, Irán del Castillo, Tiaré Scanda y Verónica Toussaint (de la que también queremos ver más, es malvadamente divertida).

"Ni mala, ni buena... bruja" promete la serie. Lo cierto es que no es lo primero, sí lo segundo (con sus áreas de oportunidad), pero aún no del todo lo último. Hay magia en "Amarres" y se agradece por fin una serie que no se va por la comedia fácil, que tampoco cae en el melodrama y la telenovela, que no abusa del lenguaje altisonante y que sí captura los contrastes, valores, dinámicas y contradicciones de lo mexicano. ¿Cuándo llega la segunda? He quedado "amarrado".

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México 2021 - 10 Episodios de menos de 50 minutos


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