Manolo Caro se pone serio.
A la España de los 50's, regresa, tras diez años, Gabino; su intensión es pasar unos días con su familia, pero la presencia de Lázaro, su mejor amigo, las intenciones de su padre y su abuela, y alguno que otro secreto, harán que el destino termine siendo muy distinto.
Como toda obra que se respete de Caro inevitablemente tiene presente elementos de la telenovela y el melodrama, sólo que en esta ocasión la comedia ha sido puesta de lado para darle un lugar protagónico al drama y el suspenso. Tiene una factura impecable y un reparto por demás llamativo, pero disparejo. Por un lado están Cecilia Suárez y Carmen Maura, de cuyo talento no se puede dudar; por otro, un Alejandro Speitze que no consigue diferenciarse entre un rol y otro, y luego están otros más que se desaprovechan como Ester Éxposito, aunque hay que decirlo, en su debut como actor, a Isaac Hernández, el condecorado bailarín mexicano, no le va mal, aunque le falta camino.
"Alguien tiene que morir" es dispareja. El primer capítulo es impecable, el último apresurado. En conjunto es disfrutable y en gran medida relevante, pues más allá de sus debilidades o del entretenimiento consigue plantear temas como la homofobia, el conservadurismo, las apariencias, la familia, el legado y el cambio. Y este cambio apunta a un Manolo Caro más maduro y eso, promete.
3 Episodios
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