Este es el camino...
El Mandaloriano tiene por misión reunir a "El Niño" con su gente, los Jedi. Para hacerlo, deberá recorrer el universo, llevar a cabo distintas misiones y, sobre todo, sobrevivir en el camino.
¡Qué gran segunda temporada! A diferencia de la primera, que se ocupa de establecer a los personajes dentro del basto universo de Star Wars, ésta se toma su tiempo para entretejer, con la tarea de cada capítulo, el desarrollo de los personajes. Mientras lo hace, incluye, de manera bastante orgánica referencias y/o personajes como Ashoka Tano y Boba Fett y ni qué decir de la revelación final.
La relación entre el Mandaloriano y "Baby Yoda" (Grogu es su nombre) se fortalece, funcionando muy bien como la de un padre con un hijo. Grogu es una genialidad con sus enormes ojos, movimientos cortos y expresiones que dicen lo suficiente; divierte y enternece con su discreción y aparente inocencia que en más de una ocasión es la mascarada perfecta para alguna que otra travesura, ya no digamos para una sabiduría silenciosa que observa y sigue aprendiendo. El desenlace, que deja con la boca abierta y la lágrima en el ojo (eso sí, hay que reconocer que Disney pone todo de su parte para conmover con los encuadres y la música), es de lo mejor que la serie ha visto después de la trilogía original.
La Temporada 2 de "The Mandalorian" es un antes y después en términos narrativos y comerciales para una saga cuya fuerza está más fuerte que nunca.
8 Episodios
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EE. UU. 2019 - 30-50 min. c/u
