Todavía no sabemos hacer series.
Alejandro Guzmán (Manolo Cardona y sí, así se llama el personaje cualquier coincidencia con el nombre de la reina del rock es mera coincidencia) sale de la cárcel luego de 18 años con la intención de descubrir quién mató a Sara, su hermana, y cobrar venganza de los Lazcano, la familia que con engaños lo inculpó del crimen.
Hay que decirlo, es cierto, entretiene y mantiene interesado. Los capítulos son ágiles y la trama se ocupa de mantener un villano principal e ir alternando, cada par de capítulos, a los sospechosos. ¿Quién mató a Sara? Sin duda es la pregunta que sostiene todo la temporada que concluye con respuestas a medias pues habrá una segunda parte que muy probablemente ya esté grabada. El final apunta a todo un giro donde la nueva pregunta parece ser, ¿Quién era Sara?
Ahora, la historia la hemos visto antes y no es más que una nueva versión de "El conde de Montecristo" con elementos de telenovelas como "Cuna de lobos" o "Pasión y poder". Hay más de una situación que no hace tanto sentido como el hecho de que Alex sale siendo todo un experto en sistemas, vaya sí tuvo tiempo para aprender, pero no queda claro cómo lo consiguió, máxime si sus recursos en la prisión eran bastante limitados. Tampoco hace tanto sentido que Alex se resguarde en su casa de antes, misma que es visitada por todo el mundo, lo que lo hace vulnerable (eso sí, entre tanta visita nunca pierde las pruebas que tiene). Y bueno, no hablemos de algunas elecciones de casting. Es un reparto principalmente de actores mexicanos surgidos de las telenovelas que hacen una labor bastante decente aunque a veces sobre actuada. Ahí están Manolo Cardona, Eugenio Siller, Carolina Miranda, Luis Roberto Guzmán, Claudia Ramírez, Alejandro Nones, Ela Velden y hasta Litzy. Eso sí, que alguien me explique en qué momento Polo Morín se volvió más blanco y creció otros tantos centímetros para convertirse en Eugenio Siller o cómo es que Ela Velden con su piel y ojos claros se transformó en Litzy. ¿Me entienden? ¿Ósea cómo? Que alguien me explique.
La serie toca temas como la corrupción, la trata de mujeres, la concepción subrogada, el fanatismo religioso y las dinámicas familiares. Hace mejor trabajo con algunos. Los personajes son interesantes, algunos mejor delineados que otros. La cuestión de fondo está en que a pesar de sus temáticas y lo progresista que pretende ser, "¿Quién mató a Sara?" no consigue escapar de los recursos de las telenovelas. La diferencia no la hace el lenguaje (sí, hay groserías variadas para dar y regalar) ni los semidesnudos (interesados en ver los traseros de sus actores de novela, este es el momento), la hace el tratamiento de la historia y esa es una asignatura aún pendiente.
Dentro de todo, las fallas de "¿Quién mató a Sara?" no la matan, la mantienen con vida suficiente para pasar un rato, pero esta no es la serie que recordará mucho tiempo después.
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México 2021 - 10 capítulos de 40 minutos
