¿Qué pesa más la familia o los secretos?
La Temporada 2 de "Monarca" empieza un par de semanas después de los eventos de la primera, con Cecilia (Rosa María Bianchi), viuda de Carranza, a punto de suicidarse. Mientras Ana María (Irene Azuela) intenta detenerla, se recuentan los hechos sucedidos en ese periodo y se prepara para un nuevo presidente de Monarca y la llegada de Sofía (Fernanda Castillo), hija de Agustín, quién quiere respuestas ante el asesinato de su padre.
Como entretenimiento, "Monarca" funciona muy bien. Inicia a todo ritmo y rápidamente le da la vuelta a los hechos, estableciendo un nuevo punto de arranque. Incluye un par de elementos nuevos que, aunque aportan algo de suspenso, dramatismo e incluso "momentos sexys", tampoco son tan esenciales para la historia principal. Mientras se llevan a cabo las elecciones, Ana María intenta rescatar su matrimonio y develar el asesinato que mirara en su infancia, Andrés (Osvaldo Benavides) llega a un acuerdo con Jimena (Gabriela de la Garza) y juntos exploran con Jonás (Marcus Ornellas), su nuevo asesor financiero, y Joaquín enfrenta las consecuencias de sus acuerdos con el narco.
Al igual que en la temporada anterior, "Monarca" construye bien los primeros capítulos y cierre con fuerza y determinación, dejando interés para una tercera temporada, pero en el camino se quedan varios huecos, inconsistencias y personajes que se contradicen. Por ejemplo, la demencia senil de Cecilia es clave al inicio, después desaparece al grado en que parece que se ha curado milagrosamente hasta que se le vuelve a mencionar al final. Joaquín va de la manipulación al arrepentimiento como si se tratará de cambiarse de ropa. Incluso Ana María se traiciona en más de una ocasiona y no es que los personajes no puedan o deban cambiar, es que la serie abarca mucho y los ocho capítulos no le dan para darle solidez suficiente ni a los hermanos ni a las historias secundarias (el encarcelamiento de Pablo o el primer amor de Camila, por ejemplo).
Esta temporada de "Monarca" se acaba rápido, como un buen tequila, sólo que a diferencia de uno verdaderamente bueno, en el paladar comienzan a percibirse sus "secretos" y eso es señal de que no está preparada tan bien. Esa es la consecuencia con la que debe vivir, que hereda de la primera, igual que sus personajes y que seguramente seguirá cargando con sus intenciones de "controlar la historia" y "proteger a la familia"... ojalá que fueran, simplemente, "proteger la historia". Eso daría un mejor tequila.
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México 2020 - 8 Episodios de 45-60 minutos.
