La niñera está de regreso y en plena forma.
Han pasado dos años de los eventos sucedidos en "La niñera" y Cole sigue lidiando con burlas. La seguridad que le dejó vencer a Bee y amigos se ha diluido; nadie le cree. Vaya, sus papás consideran enviarlo a una institución psiquiátrica. Melanie, su vecina y quién ahora se rodea también de otro tipo de amistades, lo convence para escaparse y tener una tarde de diversión en el lago. Poco sabe Cole que, de nuevo, esa tarde que cree tendrá un toque romántico, pronto adquirirá una tonalidad mucho, mucho más intensa.
"La niñera" no tiene que pretender nada; por el contrario, asume su carácter de slasher film, asume aquello que caracterizó la entrega anterior (desde la objetivización de Allison, interpretada por Bella Thorne, pasando por los chistes sobre estereotipos, hasta la falta de playera de Robbie Amell quién hace a Max; para qué perder el tiempo poniéndole una... ), juega con ello y trae un par de sorpresas nuevas. Todos están de regreso y la adición de Jenna Ortega como Phoebe, una rebelde y misteriosa nueva alumna que adquirirá toques de heroína, es uno de los grandes aciertos.
Aunque esta entrega en gran medida cierra círculos, bien podría suceder que "La niñera" vuelva. Hay una precuela asociada con Phoebe que sin duda sería interesante ver, ya no digamos cómo le va a Coles después de esta segunda vuelta o si los demonios pueden volver de nuevo en dos años como se sugiere. En cualquier caso, esta "Reina letal" sabe cuándo usar sus ases bajo la manga y vive aún cuando otros mueren.
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PD Hay una escena post créditos.
