"...Como fue que olvidaste De su vientre y su sangre te alimentaste Como alas de un ángel te tomaba En sus brazos para cuidarte
Y tú la encadenas al dolor Y borras de golpe todo su valor Y todas son ellas Y ellas soy yo..." fragmento de "Ellas soy yo" de Gloria Trevi y tema musical de la serie
... Ellas soy yo.
Ésa es la primera consigna de la bioserie de Gloria Trevi, una las bioseries más controversiales, menos comentadas públicamente, pero lo suficientemente vista como para tenerla en conversación y es que la historia de la cantante del pelo suelto está llena de versiones y hasta llega la suya. Lo primero en la agenda es justamente reafirmar lo que el tema dice: "ellas soy yo". Es decir, Gloria, aunque no haya querido ser vista así, es una más, es otra víctima de Sergio Andrade, su productor, y no sólo eso, es también todas y cada una de las mujeres que han sido objeto de acoso, abuso y manipulación.
La serie se estrenó primero en Vix+ y luego, cuando ya llevaba 25 capítulos en la plataforma comenzó a transmitirse también en televisión abierta. El tono es de telenovela, de melodrama, lo que explica el por qué el uso del lenguaje es cuidado (apenas hay un par de palabras altisonantes y ya más hacia el final de la serie, pero, literal, son un par), el por qué las imágenes de violencia física están sugeridas (con juegos y efectos que son de lo peor y que denotan pobreza de lenguaje audiovisual en un producto de buen presupuesto, se grabó en México, España, Brasil, Argentina y Francia, y que la coloca como si fuera similar a "La rosa de Guadalupe"), incluso pasa igual con las escenas de corte romántico y sexual.
Inicia en los 90's con la llegada de Gloria a la CDMX tras ganar una beca para estudiar en el CEA (Centro de Educación Artística de Televisa) cuando tenía 15 años y concluye en la época actual. Esos primeros episodios transcurren en dos tiempos, un desacierto que complica la narrativa de manera innecesaria y que no aporta nada. Los primeros diez episodios tienen a la debutante Regina Villaverde como Gloria. Un gran debut para la joven actriz quién hace un muy buen trabajo. El grueso de los episodios (del 11 al 45) están a cargo de Scarlet Gruber, quién también lo hace de manera destacada. Ambas tienen gran parecido con Trevi. Gruber tiene los momentos de mayor dramatismo, incluidos momentos que van de castigos a golpes, el nacimiento de Ana Dalay, su muerte y la prisión.
La primera mitad de la serie tiene pocas sorpresas, quizás más detalles y matices de los ya mencionados en libros de las integrantes, la biografía de la propia Gloria, la escrita por Sabina Berman o la película de 2014. Un elemento que es inevitable es el tratar de deducir quién es quién pues salvo contados casos (Liliana Regueiro, las hermanas Edith y Tamara Zúñiga, la familia de Gloria y algunas celebridades cercanas como el diseñador Gustavo Mata o el empresario Sergio Gabriel) los personajes utilizan otros nombres y los hechos asociados han sido un tanto revueltos. La decisión parece ser precautoria pues los involucrados (en su mayoría "las") no dieron su consentimiento y, a diferencia del podcast de María Raquenel Portillo "Mary Boquitas", "En boca cerrada", donde Mary platica a título personal, el medio muestra lo que se presta a mayores interpretaciones aún. Los personajes no son mencionados o descritos, son. Esta es una característica esencial para comprender en las diferencias entre los productos que coinciden en tiempo durante su lanzamiento. Mary es precavida y procura no decir más que cuestiones positivas de las otras involucradas cuando lo hace, en su mayoría el relato se centra en ella, lo que sentía y pensaba. En "Ellas soy yo" está la interpretación de Gloria, otros que dieron testimonio (varios de los cuales aparecen en la parte final de cada episodio), las investigaciones de la producción y la interpretación que hace de ellos el equipo de producción, principalmente Carla Estrada, guionista, directora y productora. Estrada tiene en ésta su tercera bioserie después de las de Joan Sebastian y Silvia Pinal y aunque ninguna ha sido del todo un éxito, la precede su prestigio como productora de clásicos de las telenovelas como "Alborada", "El privilegio de amar", "Amor real", "Te sigo amando" y "Lazos de amor". Aun así en su gran mayoría es muy fácil deducir quién es quién.
César Santiago (Jorge Poza) es el nombre asignado a Sergio Andrade, Alicia (Lessy Hernández de adolescente y Majo Edgar de joven) es María Raquenel, Nayeli (Elaine Haro) es Aline Hernández, Heidi (Victoria Viera) es Karina Yapor y Kari Godoy (Lina Radwan) es Paty Chapoy. Hay otros personajes que alternan anécdotas. Por ejemplo, Alondra (María José Mariscal) combina elementos de Marlene Calderón y Karla de la Cuesta, miembros del mal llamado Clan Trevi-Andrade (la terminología adecuada debiera ser culto y únicamente de Sergio Andrade, Culto Andrade o Culto de la Familia, pues así refería él a la dinámica que conservaban). También las acciones y situaciones relativas a las hermanas De la Cuesta se concentran en dos personajes (Alondra y Arlene, a cargo de Mime Faisal). Esto también obedece a que Trevi enfrenta una demanda en EE. UU. por parte de dos mujeres no identificadas y tiene un proceso en contra de TV Azteca por difamación (la serie explica que ello se debe al deseo de que dejen de comentar y lanzar especiales en aniversarios, refiriéndose a ella o sugiriéndola como una cómplice, a pesar de haber sido absuelta; el momento específico se da con su hijo menor preguntándole si es cierto que mató a su propia hija). Quizás la cuestión está en si realmente es tan importante saber quién de ellas hizo qué o tener claro que no está tanto en ello sino en lo que vivieron y lo que les hizo a ellas Sergio Andrade.
Con una duración de 50 capítulos es difícil hablar de todo lo que sucede en la serie y llevaría páginas. Sin embargo, sí hay aspectos a destacar. Por un lado, la dinámica que Andrade utilizaba para "enamorar" y someter a las jóvenes y que quizás nunca había sido detallada así, en un juego donde era primero un príncipe atento y caballeroso, amén de ser "El Maestro" y congraciarlas con su atención, y luego en verdugo. Está también el cómo estableció un sistema entre ellas que combina una poca de complicidad, pero, más aún, mucha competencia y rivalidad que explica el por qué la mayoría sigue sin hablarse hoy en día o bien se guardan rencor. Era común que una a otra se delataran (siempre iban en parejas y una debía pasar reporte de la otra, no decir la verdad implicaba un castigo, en muchos casos golpes) y en los últimos años, ya en la huida ello llegó a niveles aún mayores (había juicios y Sergio llegó a pedirles que una a otra se castigaran con cachetadas o golpes de un cable). Están también abortos e intentos de suicidio, incluida una pérdida de un bebé de Gloria antes del embarazo de Ana Daly, varias búsquedas por perder la vida y el reconocimiento de que sufrió de bulimia.
Entre las otras revelaciones o detalles a destacar están el que Aline Hernández recibió una compensación económica tras su divorcio y que llegó a tener tarjeta de crédito y privilegios durante su breve matrimonio con Andrade. También el que Paty Chapoy tenía una relación cercana con el productor (en un diálogo él la describe como "una amiga incondicional, mi ángel de la guardia"), dando a entender que sabía o tenía bastante idea de lo que sucedía al interior del grupo, contrario a lo que la conductora de televisión, una de las periodísticas más críticas y que más ha investigado al grupo, ha declarado. Se detallan y dan versiones del abandono de Francisco Ariel, hijo de Karina Yapor, y el momento que marcaría la estocada final del "clan", el nacimiento de Ana Dalay, la hija fallecida al mes de Trevi, así como de la desaparición de su cuerpo. Trevi también puntualiza cómo fue que finalmente se desengaña de Andrade, ya en prisión, tras haberse embarazado de Ángel Gabriel en lo que se entiende fue una inseminación natural. Trevi nunca menciona el nombre de Andrade, se refiere a él como "el fulano" y aunque no dice literalmente que Ángel Gabriel sea hijo de Andrade, deja ya pocas dudas de ello ("supe que era hermano de Ana Dalay" dice en el capítulo correspondiente y refiriendo no sólo a que sea su hijo, sino a que comparten padres).
Los momentos más desgarradores tienen que ver con la perdida de Ana Dalay, los más emotivos con la liberación de prisión, su lucha por enfrentar los comentarios que dañan a sus hijos y su reencuentro con Liliana Regueiro y las hermanas Zúñiga. Hay también capítulos de fiesta y momentos emotivos. En los primeros capítulos, por ejemplo, están los conciertos y presentaciones de Gloria, destacando aquello que la hizo resaltar al subirse al escritorio de un conductor o despeinando a Raúl Velasco en "Siempre en domingo". La serie hace mucho uso de material de archivo y es constante su inserción, alternando con el material grabado. Es un recurso "raro", pero que funciona para mostrar la magia de Trevi en el escenario. Podrá no tener la mejor voz, pero queda claro que es una artista y que cuando está frente al público verdaderamente crea un momento especial como pocos.
Los últimos episodios se ocupan de la reconstrucción de Trevi tras su salida de prisión. Antes tiene un capítulo romántico, "Armando, mi amor", que cuenta su historia de amor con Armando Gómez. Es un capítulo "como de telenovela", aún y cuando ella está en prisión. Por cierto, tiene uno de los momentos más ínfimos. Para mostrar el flechazo entre ambos la producción insertó pétalos de rosas y una luz. Es una solución de los 70's u 80's que sólo da cuenta de la pobreza de la serie en esos aspectos. Armando sería clave para la liberación de Gloria y la explicación está en que, tras hablar con una persona cercana al gobierno, caen en cuenta de que deben renunciar a sus pruebas de verdad (la evidencia para esclarecer su inocencia) puesto que sólo agregaban más documentos a revisar en una denuncia que no incluía en realidad acusaciones contra ella.
En los últimos cinco capítulos es la propia Trevi quién se interpreta. Es irónico, pero Trevi es la menos capaz de las actrices que la interpretan, pero es aún peor Eduardo Capetillo como Armando. Pareciera que los años que Capetillo pasó en retiro lo dejaron muy oxidado o quizás sus habilidades histriónicas nunca fueron realmente buenas. En cualquier caso, sirven para mostrar lo que le costó a Trevi reconstruir su carrera, combatir la desconfianza alrededor de ellas, el juicio público, las dificultades de su relación con Armando (en especial sus celos) y detallando momentos del conocimiento público como su boda, el secuestro de Armando o bien su caída de las escaleras de un avión.
"Ellas soy yo" responde también cómo es que Liliana Regueiro se reconcilia con Gloria, contactándola años después para entregarle los efectos que había conservado de Ana Dalay. Como resultado de esa plática sucedería otra con Edith y Tamara Zúñiga, quiénes dan testimonio para serie; Liliana y Regueiro interpretando primero a las madres de sus personajes de jóvenes y luego haciendo de sí mismas en el desenlace en un quiebre entre ficción y realidad. El reencuentro cierra precisamente la intención última de la bioserie: un llamado a las otras integrantes porque "ellas soy yo" y porque hace poco sentido, como ya se ha dicho en público, que habiendo vivido "lo mismo" se ataquen unas a otras cuando el responsable del daño que las persigue hasta hoy es otro.
La publicidad de "Ellas soy yo" promete "el verdadero recuento de los daños" y lo es y no. Lo es en tanto tiene verdad y es el más largo y más detallado. No lo es porque la verdad ha sido alterada o modificada, por conveniencia o precaución legal. Sin embargo, en otro de los materiales lo que se pide es "no juzgues lo que no has visto". "Ellas soy yo" puede juzgarse como producto audiovisual, pero juzgar lo que cada una vivió es revictimizar. La esencia de lo vivido coincide, ¿son importantes los detalles? ¿O es importante que "Ellas soy yo"? Si la serie tiene el efecto que busca es una moneda al aire. Mientras, Trevi ha tomado por primera vez la narrativa en sus manos, se ha reconocido como una víctima y ha alzado la voz para contar que se ha reconstruido, que su pasado es parte de ella, pero que ella no es su pasado. Su canción lo dice y sentencia, promete: "Que tiemble la tierra cuando una mujer levante la cabeza" y la de Trevi está muy erguida.
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