La historia que es mitad verdad y mitad mentira sobre la construcción de la Torre Eiffel.
Con sus 330 metros de altura, la Dama de Hierro, como también se le conoce a la Torre Eiffel, es la estructura más alta de París y uno de los monumentos más icónicos en el mundo. La compañía Eiffel la construyó de 18887 a 1889, año en que se presentó como parte de la Feria Mundial. En aquél entonces no estuvo libre de controversia.
"Eiffel" inicia con la presentación de la Estatua de la Libertad, en la que Gustave Eifeel (Romain Duris) también participó. De ahí, seguirá justo su participación para hacer una realidad la Torre Eiffel, la cual se alternará con su reencuentro con Adrienne Bourgés (Emma Mackey), a quién conociera cuándo comenzaba su carrera como ingeniero civil y con quién revive un romance de tintes trágicos.
A diferencia de la Torre Eiffel que es muestra de algo que parecía imposible y que es realidad desde hace más de un siglo, "Eiffel" no consigue equilibrar adecuadamente sus dos tramas. La historia de la Torre Eiffel por sí misma es suficientemente interesante (es un prodigio de la ingeniería y el filme explica muy bien por qué, cómo es que se sostiene en tierra que no es la ideal y cómo es que alcanzaron dicha altura) y bien guiada por un conflicto del personaje central hubieran dado un filme que hablara sobre la creatividad, la voluntad humana o el genio de Eiffel.
La decisión de incluir la historia romántica, que es una total invención (no hay ninguna evidencia de ella), sí, pretende darle otra dimensión y una razón más de ser a todo el esfuerzo que implicó (el final es bastante poético en ese sentido, emulando la forma de la torre y comparándola con la inicial de su amor), pero es una salida fácil. Romain Duris y Emma Mackey hacen una gran pareja, eso sí, pero quizás no todo en la vida es el amor o todo está movido por el amor entre un hombre y una mujer.
"Eiffel" tiene buenos valores de producción, una fotografía por momentos algo oscura, pero también momentos de gran belleza estética como el que retrata el póster. Es una entrada que merece la pena por la parte que es real y de la que ojalá hubiera más. Eiffel merece ser hablado más, más allá de los círculos de la ingeniería civil o la arquitectura, más en los terrenos del arte donde reside la universalidad y en los que su obra ha trascendido de manera espectacular.
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Francia / Bélgica / Alemania 2021 - 1h 48m
