14 años en prisión, ningún cargo.
Mohamedou Ould Slahi (Tahar Rahim) pasó ese tiempo detenido por el gobierno de EE. UU. Fue detenido en Mauritania por agentes locales y luego entregado al FBI. "El mauritano" se concentra, con algunos flashbacks a su infancia y juventud, en su defensa a manos de Nancy Hollander (Jodie Foster) , quién, camino al juicio, se enfrenta a la maquinaria estadounidense y su determinación por tener culpables tras los ataques a las Torres Gemelas. El coronel Stuart Couch (Benedict Cumberbatch) representará a la contraparte y tampoco estará exento de reveladores descubrimientos.
"The Mauritanian" no llegó a la ceremonia del Oscar, pero tampoco estuvo tan lejos. Está, muy probablemente, entre las siguientes diez películas como dan cuenta sus nominaciones al BAFTA y sus premios en los Globos de Oro (Jodie Foster como Actriz de Reparto) y en Festival Heartland como Truly Moving Picture. El tema es reciente y, como también quedó claro con "Reporte clasificado" (una película todavía mejor), aún no es tiempo para que EE. UU reconozca un filme que expone sus más grandes errores e injusticias... pero ese es otro tema.
La historia está basada en las memorias de Slahi, "Guantánamo Diary" y tiene su punto débil en un guion que recurre a lugares comunes aunque deja, sin duda alguna, claro su punto de vista sobre la justicia, el derecho a ella, los derechos humanos y la doble moral norteamericana. Sus puntos fuertes están en la edición, la fotografía, la dirección y las espectaculares actuaciones de su reparto. Tahar Ramin tiene en este personaje su pase a las grandes ligas, dándole gran integridad y llevándolo por un amplio recorrido emocional que construye desde el interior; hay verdad en él. Es uno de los mejores trabajos del año. Jodie Foster da clase como la dura abogada cuya sensibilidad despierta tras leer lo que su defendido ha soportado y Benedict Cumberbath hace lo propio cuando su personaje descubre que está defendiendo lo indefendible, una causa ciega.
"The Mauritanian" es un thriller decente, aunque quizás sea más adecuado decir, por lo que sucede en ella, que es de terror. Sí, también es un poco predecible, pero su poder no recae en ello, su poder está en lo ideológico. Sirvan dos diálogos para ello: "Cuando defiendo a mi cliente e insisto en que tenga un juicio justo, no lo estoy defendiendo sólo a él, te estoy defendiendo a ti y también a mi" (Nancy) y "En árabe, la palabra para libertad y perdón es la misma. Es por eso que aún aquí (Guantánamo), puedo ser libre".
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Inglaterra / EE. UU. 2021 - 2h 9m
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