Mientras Ted Bundy, el personaje que se busca exponer, era una suerte de Dr. Jeckyll y Mr. Hyde del que sólo sus víctimas conocieron a su alter ego, la película parece padecer más bien un trastorno de personalidad múltiple. La película, basada en las memorias de Elizabeth Kendandall, su novia, no se decide en torno a si quiere enfocarse en la relación entre ellos, en la dependencia de Bundy ante Liz o en los contrastes de Bundy y lo mismo pasa con el tono que val de thriller al drama, pasando por el melodrama e incluso el romane. En fin... que vale la pena como texto acompañante de "Conversaciones con asesiones: Las cintas de Ted Bundy" y por el buen trabajo de Zac Efron. 🎬🎬
