El segundo rescate.
"Obi-Wan Kenobi" es "Star Wars" en su más pura y clásica forma, siguiendo al pie de la letra la estructura de toda historia. En la Parte IV, Obi-Wan (Ewan McGregor) se recupera rápidamente de sus heridas y con ayuda de Tala (Indira Varma), Oficial del Imperio que en realidad apoya a la resistencia, se infiltra en la luna acuática donde los Inquisidores tienen a Leia (Vivien Lyra Blair). El desenlace revela que el escape no está libre de próximas sorpresas.
Esta es una entrega que se va rápido y que no tiene mayores sorpresas; es de transición y más allá de algunos detalles relativos al lugar donde está cautiva Leia, está diseñado para llevar al clímax que ocurrirá en la próxima parte.
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EE. UU. 2022 - 39m
A partir de aquí spoilers, referencias y demás:
Al inicio del episodio se ve a Obi-Wan en un tanque con fluidos sanadores para curar sus heridas. La edición lo hace de manera paralela con el que tuviera Anakin, generando con ello esa equivalencia y una antítesis pues sus caminos tras esa recuperación son muy distintos.
Por cierto, como todo buen héroe y en un tropo del género, Obi-Wan interrumpe su periodo de recuperación para cumplir su tarea y rescatar a Leia.
El episodio deja ver que la Alianza Rebelde no es aun la que se vio en la trilogía original, los esfuerzos están separados (la serie "Rebels" justo deja ver cómo es que se unen).
La estrategia que utiliza la Tercera Hermana (Moses Ingram) y que la salva de la ira de Darth Vader (Hayden Christensen) (poner un rastreador en LOLA, el droide de Leia, para así dar con los rebeldes) es similar a la que Vader usaría en el Episodio IV (deja el Millenium Falcon los guíe a la base secreta en Yavin IV).
En su recorrido por la Fortaleza de los Inquisidores, Kenobi se encuentra con un cuarto que es una suerte de mausoleo donde se dejan ver los cuerpos de Jedi muertos, entre ellos los de varios aprendices. Aparece por ahí Master Tera Sinube quién es un personaje en "The Clone Wars".
