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Foto del escritorCarlos Andrés Mendiola

"No negociable" de Juan Taratuto

"Todos entramos juntos y todos salimos juntos," Alan Binder

Un thriller de comedia inofensivo.

Mauricio Ochman regresa... y sí, no es que se haya ido muchos meses. Ochman es quizás hoy en día el rostro más recurrente del cine mexicano. Este 2024 ha estado "tranquilo" al tener, al momento, sólo este estreno. 2023 lo vio en "Papá o mamá", "Préstame tus ojos" , "Amigos hasta la muerte" y "A todas partes". En "No negociable" es Alan Binder, un negociador de situaciones de crisis. Es "Él Negociador", con mayúscula, sólo que como le pasa a "todos los herreros" en su casa sus habilidades ya no surten efecto y está al borde del divorcio de Victoria (Tato Alexander). Cuando el presidente de México es secuestrado y Victoria forma parte del grupo de rehenes, Alan enfrenta su más grande reto.

"No negociable" es ligera. Como sucede habitualmente con el cine de Ochman, gran parte recae justo en su carisma. Ochman cae bien y sí, "no es negociable", le es natural. Es el tipo de actor y personalidad que puede equivocarse o formar parte de un mal proyecto y él sale bien librado. Tiene la sangre ligera. "No negociable" lo aprovecha, pero se queda corto igual que se queda corto con el potencial de una película que quizás en otras manos pudo ser hilarante. Alguien como Álex de la Iglesia pudo haber entregado un título del calibre de "El bar" o "Mi gran noche". En su lugar presenta una comedia que sí tiene sus buenas puntadas y que sí saca risas y carcajadas, pero ni son constantes ni son sonantes. Tiene al elenco para conseguirlo. Tato Alexander ha demostrado ser muy efectiva en series como "Harina", Enoc Leaño es un actor solvente ("Roma") y la niña Isabella Arroyo (Juana, la hija de Alan y Victoria), roba cada escena en la que está; ojalá estuviera más. Eso sí, Leonardo Ortizgris (Vicente, el secuestrador) se queda corto. Pareciera que ni él ni el director encontraron el tono adecuado para el personaje.

El fondo de "No negociable" está en hablar de las relaciones de pareja; el secuestro es una metáfora de ello. El matrimonio no es un secuestro y una postura cerrada sobre ello justo conseguirá el efecto contrario. El potencial está ahí, la chispa se enciende, pero nunca detona. "No negociable" es inofensiva. Es decir, no es especialmente mala, tampoco una pérdida de tiempo y definitivamente no es ninguna joya. Es pasajera y, eso sí, eso de "todos entramos juntos y salimos juntos" que es la frase distintiva de Binder es una exageración. Por cierto, "Binder" que pronuncian como "Bender" fonéticamente se corresponde con una palabra en inglés que significa doblar o moldear, muy en la línea con lo que tiene que hacer en su ocupación, muy en la línea con lo que sucede en la cinta y muy en la línea con la propia experiencia que se vive en "No negociable".

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México 2024 - 1h 27m



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