"El destino, el azar, como cada uno quiera llamarlo, es innevitable, pero la felicidad es un punto de vista," María
"El humor verdadero es para toda la vida" dice el póster.
"Amigos hasta la muerte" es una agradable sorpresa en cierto sentido; en otro, es una fórmula bien realizada... es emotiva, de buenas intenciones, quizás algo manipuladora y predecible en algunos sentidos y no necesariamente con las mejores actuaciones, pero funciona.
María (Marta Hazas) cuenta la historia de Nacho (Mauricio Ochman) y Suso (Javier Vega), dos amigos de la universidad que se tomaron una muy necesaria pausa cuando años después, ya María y Suso casados, María le fue infiel con Nacho. El llamado de la muerte hace que los amigos se reencuentren, sin esperar que en ello su amistad será puesta a prueba de nuevas e inesperadas maneras, pero con una trascendencia que incluso superará la muerte.
A favor de "Amigos hasta la muerte" está la química y el buen timing de Javier Vega y Mauricio Ochman. A Vega le viene muy bien la torpeza de Suso. Es el hombre promedio, con buen sentido del humor. Ochman es muy carismático y cae bien nada más de verlo. En roles como el de Nacho lo hemos visto antes. Es un tanto engreído, otro tanto despreocupado, muy galán, pero de muy buen corazón. Juntos tienen grandes momentos y dan escenas bastantes hilarantes incluida una en un puente donde parecen más niños, pero el cariño entre los personajes se percibe. Hay dolor entre ellos, hay resentimiento, pero es más la amistad. Marta Hazas es el pegamento y, más aún, el corazón del filme. María sabe que más allá de los errores que todos han cometido, está la complicidad y sabe que uno sin el otro no está completo.
"Amigos hasta la muerte" dialoga con el público. Hay rompimientos de la cuarta pared, con los personajes comentando algo directo al público. Le funciona, es justo aquello que el espectador podría estar pensando de alguna situación o bien un acento que hace que la ceja se levante. La película, adaptación de la obra de teatro del director, Javier Veiga, maneja muy bien el humor negro. Al centro, además de la amistad, está la muerte. Veiga, como lo hiciera "No se aceptan devoluciones" con Eugenio Derbez, lo sabe. Guarda bien un giro inesperado y en "Amigos hasta la muerte" mantiene el interés vivo gracias a lo que "la curiosidad es más fuerte que el orgullo", como bien dice Nacho. Más aún, está la claridad del filme de que la vida es cómo se le vea y cómo se le tome, aún y con la muerte como una sentencia certera. Así que así, en medio del fantasma de la muerte, María, Suso y Nacho ríen porque sí, "el humor verdadero es para toda la vida". Y "Amigos hasta la muerte" lo sabe, hace reír mucho, saca más de una lágrima, pero deja con una sonrisa nostálgica.
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México / España 2023 - 1h 40m
