"La luz más importante es la luz que no puedes ver"
La luz... ese fenómeno físico que disipa las sombras, ese fenómeno espiritual que da esperanza. La poeta Amanda Gorman dice que “siempre hay luz. Si tan solo fuéramos lo suficientemente valientes para verlo. Si tan solo fuéramos lo suficientemente valientes para serlo”. "La luz que no puedes ver" es justo una historia sobre la luz y de luz.
El origen de "La luz que no puedes ver" está en un tren, allá por 2004. Anthony Doerr, escritor, se sintió intrigado por un pasajero frustrado luego de que su llamada telefónica se cortada. Para Doerr la mirada estaba puesta en otro aspecto, en el "milagro" que es poder comunicarse a larga distancia. Esa semilla decidió plantarla en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, en específico en la Batalla de Saint-Malo, pueblo que visitaría poco después y que fuera casi destruido por completo. Una década después publicó la novela que ganaría el Pulitzer de Ficción y que ha vendido más de 15 millones de copias.
"La luz que no puedes ver" adapta la novela en una miniserie de cuatro episodios, cada uno de una hora, poco más, poco menos. Es una adaptación bastante fiel, respetando las dos historias centrales y recontando a través de flashbacks los elementos definitorios de sus protagonistas. Marie-Laure LeBlanc (Aria Mia Loberti) es una joven francesa ciega que ha quedado sola en Saint-Malo. Sobrevive con pan y latas. Es la responsable de enviar mensajes encriptados a través de una frecuencia radial. La busca Reinhold von Rumpel (Lars Eldinger), un oficial nazi encargado de recuperar arte y joyas. En especial, quiere hacerse del Mar de Llamas, un extraño y valioso diamante sobre el que pesa una leyenda: quien lo tenga vivirá por siempre, pero sus seres queridos pagarán. La otra historia es de Werner (Louis Hoffman), un soldado especializado en ondas de radio y cuya tarea es detectar cualquiera que esté sucediendo y así evitar que los Aliados se comuniquen. Sus caminos se cruzarán justo por esa "luz que no se puede ver", por las ondas de radio y por otras más poderosas.
Hay dos formas de ver "La luz que no puedes ver". La primera y más natural, desde luego, es frente a la novela. Desmerece ante ella pues si bien es una serie hermosa de ver y con un notorio trabajo en la recreación historiográfica, el diseño de producción, la fotografía y las actuaciones, el uso de flashbacks, en más de un momento corta la narrativa, en especial en el último episodio. Por otro lado, también algunos de los cambios que se hacen en el desenlace le restan fuerza. La novela tiene un ritmo sutil, pero contundente que la serie no consigue recrear y que quizás no perdería si fueran menos capítulos o de una duración un poco menor. Un poco de edición la ayudaría en esos frentes.
La otra forma de ver "La luz que no puedes ver" es como una obra autónoma. Sale mejor librada. Es cierto que tarda un poco en capturar al espectador y establecer a los personajes, pero luego es inevitable sumergirse en ella. Tiene un elenco que hace una gran labor. La estrella conocida es Mark Ruffalo quién hace a Daniel LeBlanc, el padre de Marie-Laure, un estudioso que trabaja en el Museo de Historia Natural de París. Ruffalo tiene la calidez que el rol necesita y también esa cualidad que expresa un cierto entendimiento de la vida que refleja que ha visto más de lo que quisiera y que entiende más de lo que debiera. Es hermoso ver a Daniel enseñando a su hija la ciudad, el mundo, preparándola para ser independiente; ella se queja a veces, todo pareciera un examen, pero también le gusta, es una niña perspicaz y brillante. Daniel construye una maqueta de Saint-Malo para que Marie-Laure la recorra con sus dedos y la aprenda. Es un reflejo del compromiso, una expresión del amor de un padre a su hija. La otra estrella es Hugh Laurie, el famoso "Dr. House". Aquí es Etienne, tío abuelo de Marie-Laure y veterano de la Primera Guerra Mundial que ha decidido cerrarse al mundo; ya no sale más a la calle, su vida transcurre ahora en su casa y en especial junto a su radio.
Louis Hoffman, conocido por hacer a Jonas en la serie "Dark", hace gran trabajo como Werner. Su rol ha sido sujeto de controversia dado que genera simpatía por un nazi y es que justo esa es la intención de Doerr. Los nazis son los antagonistas, no hay duda, pero Werner les da dimensión, da otra perspectiva. Es un huérfano con un talento que acaba en una función que no quiere, en una guerra que no le pertenece; él quiere escuchar la radio y vivir en paz con su hermana. Es enviado por su habilidad con el radio al Instituto Político Nacional de Educación, responsable de formar con disciplina de hierro a los talentos nazis. Sin embargo, quién se roba el show es Aria Mia Loberti.
Este es el debut de Aria, una graduada con tres licenciaturas (Filosofía, Estudios en Comunicación y Ciencia Política), maestría y doctorado en Retórica Antigua. "La luz que no puedes ver" fue también su primera audición, labor para la cual no tenía ninguna formación. Aplicó por su cariño a la novela y es claro que es un talento nato. Loberti, quién por cierto tiene acromatopsia, condición visual que implica poca distinción de colores y una visión poco aguda o clara, tiene gran presencia escénica. Shawn Levy, el director, ha dicho y se percibe, que en ella se da esa "combinación de inteligencia y luminosidad frente a la cámara". Es lo que requiere el personaje y que Aria le da. Ella es el "Mar de Llamas" en control que hace latir "La luz que no puedes ver".
En conjunto "La luz que no puedes ver" tiene luz. La crítica general la ha acabado, pero la crítica general critica únicamente con el inicio de las series y raramente habiendo visto el producto completo. "La luz que no puedes ver" es arte, con sus fallas y sus fisuras, pero arte. Su más grande acierto está en que, más allá de mostrar el poder destructivo de la guerra, lo fascinante de la ciencia y la naturaleza, en la luz y la radio, transmite la luz de la que habla. La luz es el tema del programa de radio que escuchan Marie-Laure y Werner cuando son niños. La luz es lo que Marie-Laure no puede ver, pero que sí puede dar. La luz son ondas que puede escuchar igual que Werner. "La luz más importante es la que no puedes ver" se dice y se repite. Esa luz es la esperanza, la bondad y "La luz que no puedes ver" tiene luz.
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EE. UU. 2023 - 4 Episodios de alrededor de 1 hora
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