"Cómo entrenar a tu dragón" de Dean DeBlois
- Carlos Andrés Mendiola
- 15 jun
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 15 jun
La leyenda es real... el milagro es posible.
Disney lleva casi 30 años haciendo live actions. Sí, aunque frecuentemente se piensa más en "Maléfica" o "El libro de la selva", la realidad es que con "101 dálmatas" lo hicieron por primera vez. Algunos han sido afortunados, exitosos en crítica y taquilla, y otros grandes descalabros. Baste este mismo año para mostrar lo dispares que pueden ser los resultados con "Blanca Nieves" y "Lilo & Stitch". Ya el propio concepto del live action es controversial en sí. ¿Para qué hacer en live action una película animada? ¿Sólo por el puro pretexto de que se vea real? ¿De qué parezca parte de "nuestro mundo"? Porque hay que decirlo, algunos como "El rey león" tienen tanta animación o fotorrealismo, como le llaman, como la original. En cualquier caso, son un motor importante para darle un nuevo aire a propiedades intelectuales y más frecuente que inusualmente buenos imanes taquilla. Disney ha hecho más de siete mil millones de dólares con ellos, así que era cuestión de tiempo para que otros estudios siguieran sus pasos. "Cómo entrenar a tu dragón" es la primera de DreamWorks y DreamWorks cumple.
"Cómo entrenar a tu dragón" es uno de los grandes clásicos del estudio. El filme inició una franquicia que ha superado los mil 600 millones de dólares. La primera entrega fue nominada al Oscar como Película Animada y tiene un 99% de la crítica y un 91% de la audiencia en el meta sitio Rotten Tomatoes. A ésta, le ha ido mejor con el público (98%) y "menos mejor" con la crítica (77%) ... las comparaciones siempre son odiosas y, como se dice por ahí, ladronas de la felicidad, pero también son inevitables.
La historia es la conocida. Vikingos y dragones han sido enemigos durante siglos en la isla de Berk. Hipo, hijo del jefe Estóico el Inmenso, encuentra difícil el entrenamiento para enfrentarse a dragones y se niega a matarlos. Tras lastimar a un Furia Nocturna, Hipo se acerca a él, primero para demostrar su hazaña, luego, comienza a conocerlo y con ello descubre que los dragones no son lo que creen. Así, Hipo se apresta a desafiar siglos de creencias y las propias expectativas de su padre.
Este live action no se pone más creativo de lo necesario. Dura casi media hora más que la original y utiliza esos minutos adicionales para profundizar más en personajes y relaciones. Al final en el centro de "Cómo entrenar a tu dragón" está una coming of age que depende de la relación entre un hijo y su padre; un hijo que tiene que vivir ante el peso de que su padre sea el líder de la comunidad y de quién se espera sea el próximo gran asesino de dragones. Así que hay escenas que elaboran un poco más en ello, que dan a conocer más a Estoico y que también se dan oportunidad de construir mejor la propia relación entre Hipo y Chimuelo, el Furia Negra, y Astrid, compañera de entrenamiento de Hipo y después su interés romántico.
Así que en gran medida "Cómo entrenar a tu dragón" recuenta la original. Tiene a su favor el que no carga con el peso de otras animaciones con situaciones hoy políticamente incorrectas como ha sido el caso de "Blanca Nieves" o "Dumbo". DreamWorks tampoco la hace un musical ni se pone más oscuro como ha sucedido en otros casos. Ya la propia historia tiene sus momentos crudos a los que tampoco le rehúye. Por ejemplo, Hipo pierde una pierna en la animada y ello también sucede aquí. Dean DeBlois, el director y quién también codirigiera la original, lo expresa con tacto y sensibilidad.
El que DeBlois sea el director es quizás uno de los principales y más estratégicos aciertos. ¿Quién mejor para dirigir un live action que quién conoce la naturaleza de la película animada? ¿Los retos que implica volverla una live action? La mano de DeBlois se siente en que la emotividad no se pierde. Es paradójicamente uno de los retos pues, aunque pareciera más lógico o natural que un live action fuera más expresivo que una animación, no siempre es el caso y en muchas ocasiones la expresividad se ve mermada. Aquí no es el caso y hay grandes momentos como el propio encuentro entre Chimuelo e Hipo, el enfrentamiento entre Hipo y Estoico y, desde luego, en el clímax, la reconciliación entre padre e hijo. Más allá de estos momentos de gran peso, está el que el live action conserva el tono de comedia y son muchos los momentos que sacan carcajadas. Si hay algo por lo que se recuerda la original es eso y aquí no desmerece.
Otro gran acierto está en la selección de actores. Mason Thames es Hipo. El joven actor tiene ya una cierta trayectoria de la que, en especial, "El teléfono negro" es clave. Igual que en aquélla, aquí tiene que comenzar siendo tímido e inseguro para transformarse en un joven resuelto. Thames lo sabe hacer y lo hace muy bien. Es, desde luego, también carismático y tiene la cualidad de inocencia que requiere el rol. Gerard Butler regresa como Estoico. Ahora ya no es sólo su voz, sino toda su corporalidad, con los debidos prostéticos, los que ayudan a darle la contundencia adecuada al gran Estoico. El casting controversial estuvo en Nico Parker, quién da vida a Astrid. En la versión animada es muy "nórdica", rubia, y Parker es birracial. En realidad, aquí no había una razón de peso para que fuera de una u otra raza, vaya el personaje tampoco existe en la novela de Cressida Cowell. Sí, su selección está en parte para brindarle diversidad al elenco, pero, más aún, y mucho más desarrollado que en la animada, para darle más peso a las mujeres en una sociedad que no deja de ser un tanto dominada por los hombres. Parker es un talento para observar. Antes ha aparecido ya en "The Last of Us" y "Bridget Jones: Loca por él".
Un aspecto clave para el éxito de "Cómo entrenar a tu dragón" estaba justo en la recreación de los dragones, en especial, la de Chimuelo. El resultado es increíble. Como sucede con Stitch, del que recupera ciertos elementos de diseño, después de todo ambos fueron creados por Chris Sanders, maneja una mezcla que combina elementos versátiles que bien pueden ser tiernos y juguetones como agresivos y temerarios. Eso hace que cuando Hipo habla de su primer encuentro con Chimuelo y diga "se veía tan asustado como yo" sea cierto. Por cierto, valga la precisión, se nota que a diferencia de los títulos de Disney, aquí se usaron modelos prácticos y también en muchas de las escenas de trabajó con efectos prácticos. Le dan una naturalidad muy distinta a la interacción de los actores. Es algo que se percibe en otro de los grandes aciertos, las escenas de vuelo. Son emocionantes, épicas y creíbles.
Quizás el live action de "Cómo entrenar a tu dragón" no esté especialmente lleno de sorpresas, pero no le hacen falta. Una historia bien contada siempre funciona. Aquí la sorpresa no está en lo que cambia o en cómo cambia porque no lo hace de manera significativa, la sorpresa está en lo bien que funciona así y lo hace porque conserva lo más importante, aquello que no depende de si una historia es animada o en live action: su corazón, su verdad. Así que "Cómo entrenar a tu dragón" vuela, vuela muy bien y vuela por lo alto, confirmando que la leyenda es real y el milagro es posible.
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EE. UU. 2025 - 2h 5m

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