"Amores materialistas" de Celine Song
- Carlos Andrés Mendiola
- 2 ago
- 5 Min. de lectura
Materialista. Dicho de una persona: Excesivamente preocupada por los bienes materiales. Usado también como sustantivo.
Tener una cita es un riesgo. Enamorarse es una apuesta.
Celine Song está de regreso y nadie como ella para explorar y deconstruir las relaciones de pareja. "Vidas pasadas", su ópera prima, sorprendió con una profunda reflexión sobre el amor y la conexión humana. Por ella fue nominada al Oscar por Mejor Guion y la cinta fue considerada también en el rubro principal. Hoy está incluida en la lista de las 100 Mejores Películas del Siglo XXI de The New York Times. "Amores materiaistas" es su regreso, un filme un poco más comercial, una "comedia romántica" engañosa - en el buen sentido, si eso existe- que deconstruye el género.
Al centro está Lucy (Dakota Johnson), una casamentera que dejó la actuación porque le deja más y es mejor emparejando gente. Está celebrando su noveno matrimonio. En la boda conoce a Harry (Pedro Pascal), hermano del novio, quién para complacer a su madre busca pareja y quién mejor que Lucy para ayudarlos. Lucy está más que presta, pero él tiene a alguien ya en la mira, a la propia Lucy. Y Harry es un unicornio, uno de esos pocos hombres que cumplen con todas las cajitas. Es alto, rico, guapo, simpático y de buena edad. Esa misma noche, Lucy se reencuentra con John (Chris Evans), su exnovio, aspirante a actor y un mesero en la fiesta. El triángulo amoroso se ha armado.
Con "Amores materialistas", Celine Song confirma que tiene tanto la capacidad para retratar las complejidades de las relaciones humanas, las de pareja en particular, como para hacerlo de manera que es poética e introspectiva a la vez. En pocos trazos, minutos, encuadres, movimientos de cámara, presenta personajes que son en extremo ricos y no en el sentido materialista. Por ejemplo, a Lucy la introduce saliendo de su casa, va de negro, con una falda que muestra sus largas piernas y el cabello recogido. Camina con seguridad. Es como una modelo para quién la calle es una pasarela. Va a un café con una clienta y en el camino la llama un cliente. Ella espera que le diga que la cita salió bien. No es así, al contrario. Él le cuelga. Quién la espera es la mujer con la que salió y ellá cree que él es el hombre de su vida. Cómo lo resuelve Lucy es un arte de verdades y mentiras que engloba en gran medida de qué va "Materialistas".
Song ha dicho que la inspiración de "Amores materialistas" que, por cierto, en inglés es implemente "materialistas" y tengo que decir que me gusta más porque es más contundente, estuvo en su propia experiencia como casamente y en cómo dichos servicios, en reflejo a la respuesta a la pregunta, "¿Qué buscas en alguien?", reduce a las personas a una serie de requisitos físicos y materiales que terminan coincidiendo poco en muchos casos donde los enamorados simplemente fluyeron. ¿Qué funciona entonces? ¿Una lista clara de lo que se quiere o dejarse ir?
El primer acto de "Amores materialistas" es el de una comedia romántica. Lucy tiene, como buena heroína del género, una carencia clara y englobada por el título. Es materilista. Su requisito esencial es que el hombre con quién se case tenga un buen estatus económico. A Lucy le gusta la buena vida, le gustan los lujos. Lucy no busca el amor, vaya no para ella. Tiene años soltera. Pero, lo encuentra y le llega en una escena muy de comedia romántica. Pedro Pascal, en todo su encanto, rodea la mesa de los solteros, cambia un par de tarjetas y se sienta junto a ella. Ella, en un tropo o recuso habitual del género, lo rechaza, aunque es claro que no le es indiferente. A ella le funciona mejor como un cliente y luego no le queda más que darle "al cliente lo que pide" y qué mejor si el cliente cumple ese requisito, es muy, muy rico. Vaya, ricomo como para un departamento de 12 millones de dólares. Ahora, la verdad de los sentimientos surge cuando recostados en la cama, en lugar de algún frase romántica, sexy o divertida, la pregunta es justo cúanto cuesta el departamento. Los personajes muestran quiénes son y no es una crítica a Lucy. Es un reflejo de la condición humana y es una forma en que Song habla de otra verdad ineludible, el matrimonio es un contrato y qué es un contrato si no un acuerdo legal, con derechos y obligaciones, con fines patrimoniales, financieros y de inversión. El amor es "un acuerdo de negocios" dice la propia Lucy. El amor es inneludiblemente materialista... o no.
Un buen guion construye por oposiciones y John es, fuera del encanto y atractivo físico (¡Es una película y romántica!), lo opuesto de John. Lucy lo dejó porque peleaban por 25 dólares. Han pasado años y John es el mismo. Él espera, se lo dice, que ella lo viera "diferente, cambiado", pero no es así. Y eso espera porque entonces no sería el "chico que la perdió". John la ama, como es. El acto uno es de Lucy y Harry, es una comedia romántica. El acto dos es con John y es romance. El acto tres, sin spoilers, es una disertación sobre lo que es el amor, con comedia y tragedia, con transacciones materialistas. Es la respuesta a por qué la gente se casa, a por qué toma buenas o malas decisiones financieras.
En las reglas básica del storytelling un personaje rápidamente atrapa la atención del espectador. Lo hace generando identificación por aquello que quiere o por aquello de lo que carece. Y Lucy es determinada, es ambiciosa, pero carece amor y carece de valor. Lo dice Harry cuándo le respnde por qué está interesado en ella: "No quiero salir contigo por tus bienes materiales... aunque creo que los estás subestimando considerablemente. Los bienes materiales son baratos, no duran. Quiero estar contigo por tus bienes intangibles. Son buenas inversiones. No se degradan. Solo se afilan". Harry es lo que quiere y Harry sabe, ve más allá de lo que Lucy puerde. Ahora, un buen personaje está confrontado entre lo que quiere y lo que necesita. Celine Song sabe por qué la "lista" no es infalible.
"Amores materialistas", "Materialistas", es una deconstrucción de la comedia romántica y con ello del amor. ¿Qué es una comedia romántica si no una respuesta de lo que es el amor? Y el amor es un contrato o un mero acuerdo, según se le quiera ver, legal o no, o con la legalidad que da el tiempo. El amor es materialista, con los bienes tangibles o no, depreciables o como inversiones. El amor es una apuesta. El amor es un acto de fe. Cuándo Lucy le pregunta a John por qué la ama, la mejor respuesta que él puede darle y es la mejor respuesta es, "sólo te amo; es la cosa más fácil de hacer". Ella también se da cuenta entonces que él es la única razón por la cuál sabe que es capaz de amar. Y esas son las garantías de por vida que desentraña y entre las que escudriña "Materialistas".
"Algunas personas sólo quieren más" dice el póster de "Materialistas", la respuesta a qué es más es dónde aparece el amor.

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