"Zona de interés" de Jonathan Glazer

El interés está en dónde se mira.

"Zona de interés" no es otra película de la Segunda Guerra Mundial. Sucede en esos años, en 1943. Es la historia de Rudolf Höss (Christian Friedel) y, en especial, de su familia, quién ha encontrado el hogar perfecto, una casa de campo con todas las comodidades y servidumbre. La casa, sin embargo, está situada al lado del campo de concentración de Auschwitz.

Este filme es de contraste. Se basa de manera ligera en la novela del mismo nombre de Martin Amis que en realidad es un drama que se teje entre el comandante, su esposa y uno de los cautivos. La cinta se construye sobre una mirada que podría parecer aséptica o desapasionada. Es una mirada a la vida de una familia, desde que llega a la casa y viéndose amenaza por la posibilidad de tener que mudarse. A la dinámica de la casa, manejada por Hedwig (Sandra Huller, nominada al BAFTA como Mejor Actriz de Reparto por este filme y también como Mejor Actriz por "Anatomía de una caída") se le agregan momentos que incluyen las órdenes que Höss recibe, los momentos cotidianos del día a día (travesuras de los niños, una tarde en la piscina, entre otras tantas más) y otros que son ventanas a lo que hay más allá: un romance adolescente, la madre de Hedwig que visita, una niña que se escabulle para robar comida y los indicios de lo que sucede al lado (gritos, ceniza, restos humanos...). "Zona de interés" está nominada al Oscar a Mejor Película, Película Internacional (su premio más seguro, representa a Reino Unido y de ganar será la primera vez para el país), Director, Sonido y Guion Adaptado.

La mano de Jonathan Glazer, director, en "Zona de interés" es muy inteligente. Esta es una película para verse con tiempo, de lo contrario justo sucederá lo que está atacando, lo que quiere visibilizar: la indiferencia. Glazar consigue el interés de la audiencia de manera rápida, en la novedad que es llegar a una casa, conocer a sus integrantes. Lo que sigue es muy cotidiana, quizás incluso, por momentos, aburrido, aunque la riqueza y el interés está en el detalle, en lo que está ahí, pero no se ve... o no se quiere ver. La "Zona de interés" es la casa, luego la oficina y el cuartel. Hay un contraste, rápido, sin explicación después. Es al museo de Auschwitz-Birkenau. Las vitrinas contienen cientos de miles de prendas. En ese vació. En esos pasillos amplios y silenciosos que hablan justo a través de lo que no dicen.

"Zona de interés" no pide permiso. La forma en cómo se ocupa del material y en cómo retrata el que quizás sea el evento histórico más doloroso podría parecer falta de respeto y sensibilidad. Es justo lo contrario. Glazer no quiere ni cae en sentimentalismos, en melodrama. Al colocar al espectador en la casa de al lado, en una casa de un funcionario alemán, lo coloca en el día a día de quiénes forman parte del régimen. En hacerlo muestra una parte de la que se ha hablado poco. ¿Cómo era para quienes estaban en el poder? Sí, hay una parte que los humaniza y no está mal. Eran familias también. Ahora, la "zona de interés" de Glazaer no es ésa, aunque también quiere hablar de ella.

El interés está en dónde se mira, está en quién lo mira. En hacer la "zona de interés" la casa de los Höss, "Zona de interés" nos deja ver cómo hemos visto parte de la historia, no la historia completa. Más aún, coloca en una posición que es la del día a día, donde se ve, se lee, se investiga o se habla de aquello que "interesa", aunque lo de mayor interés esté al lado. "Zona de interés" habla del elefante rosa. De esa metáfora que representa muy bien cuando hay un problema o una temática presente, visible, palpable, de la que no se quiere hablar. En usar la Segunda Guerra Mundial y, en especial, Auschwitz, sí se refiere a la Segunda Guerra Mundial y al genocidio, pero también al hoy.

"Zona de interés" es un llamado contra la indiferencia. A poner atención y hacer de esa "zona de interés" una más aplica, más adecuada. Rodolf dice en algún momento, "la vida que disfrutamos vale el sacrificio". El interés estaba en su familia. Todavía más, apunta reflexionando, "no estaba realmente poniendo atención... estaba más ocupado pensando en cómo iba a liberar el gas en la cámara". Ahí está la "zona de interés", en cumplir una tarea, en el cómo, no en el quién, no en el por qué.

La "zona de interés" no está en lo que se debe, sino en lo que se quiere.

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Reino Unido 2023 -