¿Puedes guardar un secreto? Ésa era la pregunta que hacía la publicidad de la adaptación a cine de la novela debut de Darcey Bell, protagonizada por Anna Kendrick, Blake Lively y Henry Golding. Al filme le fue bastante bien tanto en crítica como en taquilla.
La novela tiene la virtud de profundizar más en ciertas situaciones y desarrollar más a los personajes. Alterna entre narradores, jugando, por tanto, en qué tan confiables pueden ser los relatos, permitiendo contrastar y sacar conclusiones. La historia va de una madre soltera, Stephanie, quién acaba convirtiéndose en amiga de Emily, la mamá cool del colegio. Un día, Emily le pide que recoja a su hijo de la escuela... ella desaparece. Todo indica que falleció, pero Stephanie no se contenta con esa posibilidad y comienza a investigar sin imaginar lo que descubrirá.
La verdad es que se va rápido, uno quiere saber qué más pasará, cuál es el nuevo secreto. También es cierto que es más entretenimiento, un thriller cumplidor, que una innovación al género.
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