“La espera ha terminado,” dice Nero (Eric Bana), el vengativo capitán Romulano, en algún momento de “Star Trek”, el relanzamiento de la franquicia a la cual la frase le viene como anillo al dedo luego de siete años de la última entrega. Y es que “Stark Trek” no solo resultó un éxito en taquilla (con 150 millones de dólares como presupuesto es la entrega más cara de las once y también la más redituable; en su segunda semana superó su presupuesto y con ello al filme de la saga que ostentaba la marca: “Star Trek: Primer Contacto”, 1996) sino también de crítica, la cual no dejó de mencionarla como una posible candidata, en un año de diez lugares, al premio de la Academia. Si bien no lo consiguió, fue nominada por Mejor Sonido, Mejor Edición de Sonido y Mejores Efectos Especiales, y ganó por Mejor Maquillaje. Los Premios Empire sí la reconocieron como Mejor Película de Ciencia Ficción mientras que la Sociedad de Críticos de Cine de Boston lo hizo por Mejor Reparto.
“Star Trek” finalmente hace lo que se llegó a considerar desde 1968, abordar a los personajes principales en versiones más jóvenes y con ello plantear un nuevo inicio para la serie. La visión es optimista y corre a cargo de J. J. Abrams, responsable del éxito se series como “Lost”. En ella una muy avanzada nave Romulana ataca una nave de la Federación. Mientras el capitán es llevado abordo, el nuevo hombre al mando apenas consigue evacuar a la tripulación, incluida su esposa embarazada, y escuchar los primeros ruidos de su hijo, James T. Kirk (Chris Pine). Años después, el joven Kirk se ha convertido en un rebelde que acepta la invitación del capitán Christopher Pike (Bruce Beresford) para enlistarse. Así, en su primera misión Kirk conoce a la misteriosa Uhura (Zoe Saldaña) y al analítico Spock (Zachary Quinto), un Vulcano a quien tiene poca simpatía, pero con quien deberá trabajar para enfrentar a Nero, el mismo hombre que diera muerte a su padre y lo convirtiera en una leyenda (“en 12 minutos como capitán salvó ochocientas vidas,” le dice Pike a Kirk).
Utilizando como estrategia el viaje en el tiempo, “Star Trek” consigue lo imposible. Se mantiene apegada a los elementos que hicieran famosa a la serie, haciéndola meritoria para los fanáticos, al tiempo que introduce el universo a un nuevo público. Abrams mantiene la acción constante sin con ello evadir un trasfondo emotivo. Al contrario, Kirk y Spock están en busca de encontrarse como personas (el primero encontrando sentido a su vida y el segundo reconciliando su origen humano-Vulcano, y con ello su racionalidad con su sensibilidad), amén de iniciar una fructífera amistad y dupla laboral. Chris Pine, quien obtuvo el papel sobre Mike Vogel y Joshua Jackson, y basa su interpretación, según sus propias palabras, en Maverick (Tom Cruise) e Indiana Jones (Harrison Ford), al mezclar como cualidades principales el humor, la arrogancia y la determinación, tiene una muy agradable presencia y es capaz de brindarle gran carisma y humanidad a Kirk. En su debut en cine, Quinto, quien tiene en sus manos el que quizá sea el personaje más complejo, hace una destacable labor. Leonard Nimoy, el Spock original, regresa a la pantalla grande luego de no filmar desde 1991 (“Star Trek”) para interpretar al papel que lo identifica por última ocasión pues ha anunciado su retiro. Zoe Saldaña completa atinadamente el cuadro mientras que Eric Bana cumple como el antagonista.
El regreso de “Star Trek” deja un buen sabor de boca y demuestra que se puede hacer un filme de acción tan entretenido como inteligente y emocionante. Los blockbusters pueden ser mucho más que un pasatiempo pasajero. A “Star Trek” puede vaticinársele tranquilamente, en el mejor estilo de Spock, “vida larga y prosperidad”.
EE.UU. 2009
Director: J. J. Abrams.
Reparto: John Choo, Ben Cross, Chris Pine, Zoe Saldaña, Zaquary Quinto, Winona Ryder, Leonard Nimoy, Karl Urban, Eric Bana.
Comentarios