Soy tu fan... not.
A ver, voy a ser muy honesto. Llegué a "Soy tu fan: La película" con la mejor disposición de dejarme envolver por la magia heredada de una serie que se volvió emblemática y de culto y que tuvo tres temporadas de 2010 a 2012. Vaya, "La película" llega después de varios años que los fanáticos lo pidieron y tras la reunión virtual que tuvieron durante la pandemia. Todo ese amor de los fanáticos por la serie debe ser por algo... algo que no está en el filme.
Inicia hace diez años en el día en que Charly (Ana Claudia Talancón) y Nicolás (Martín Altomaro) estaban por casarse, pero ella se arrepiente. Ahora, otra boda los reúne. Rocío (Maya Zapata), mejor amiga de Charly, y Diego (Gonzalo García Vivanco), su hermano, se casan en una boda patrocina por varias marcas que durará varios días. Nicolás (Martín Altomaro), buen amigo de Rocío está también invitado, ahora es conferencista, apoya a hombres abandonados y tiene una nueva y alternativa novia. Charly se dedica al marketing y para no aparecer sola lo hace con un ligue de aplicación.
Por dónde empezar... la película tiene sus momentos y sí hay algunas carcajadas. Es claro, por ejemplo, que Gonzalo García Vivanco y Rocío la pasaron muy bien, ojalá la pelícua se centrara más en ellos; Edwarda Gurrola roba cada momento en que aparece y Juan Pablo Medina es un odioso encantador. Fuera de ellos, todos los demás se sienten fuera de lugar. Eso sí, después de la premiere donde se le subieron las copas a Ana Claudia Talancón, es claro que es muy buena actriz pues hay poca diferencia entre esos desafortunados momentos (no porque ponerse happy esté mal, hacerlo en la premiere de tú película y que distraiga la atención, sí; aunque quizás era plan con maña para evitar que se hablar de la cinta y lo mal que está) y los de Charly en igual estado.
El gran problema de "Soy tu fan: La película" es que va para todas partes. Es como una lluvia de ideas sin un hilo conductor. Está, por un lado, el reencuentro de Charly y Nicolás, pero si se supone que su historia de amor es muy mágica y especial, aquí no se ve, es más bien muy aburrida e insustancial (¿Dónde está la química? ¿El romance?). Está, desde luego, la boda que se complica porque está siendo filmada, pero es como un chiste que no entra (un desperdicio de Daniel Tovar, quién es Tony, el productor, y más aún de Paola Rojas en un cameo como una ejecutiva calculadora). Luego la película intenta armar subtramas: Fernanda (Johanna Murillo), amiga de Charly, y su "recalentado" con Iñaki (Medina); Iñaki y su intento de ser un buen padre; Martha (Verónica Langer), madre de Charly, y su ludopatía; Ana (Marcela Guirado) y Marcela (Dolores Fonzi), ahora pareja y antes novias de Diego, a las que agrega anécdotas (una victoria en un juego de azar, un robo, un piquete inesperado, terapias alternativas y drogas recreativas). Por si fuera poco, a alguien se le ocurrió, por qué no, agregar la llegada de un huracán (ya saben muy con la intención de que la tormenta ocurriera cuando los ánimos estuvieran más exaltados).
Nada embona. Fuera de esos pequeños destellos que evitan la muerte de neuronas, todo lo demás es un sinsentido y una pena. La promesa es, para los fanáticos, que éste no es el final. Ojalá, la promesa sea borrar "la película" y retomar de una manera más inteligente, articulada y divertida. Con lo visto yo no soy fan.
🎬1/2
México 2022 - 1h 40m
