Inicialmente “Shrek por siempre” sería “Shrek, el capítulo final”, pero Dreamworks decidió cambiar el título para dejar abierta la puerta a una quinta entrega. Y si bien la más reciente entrega es lo suficientemente entretenida y la respuesta en taquilla fue satisfactoria (con un presupuesto de 165 millones de dólares hizo más de 750 millones de dólares), la pregunta que queda en el aire es ¿cuánto es suficiente?
La película retoma poco después de lo sucedido en “Shrek tercero” (2007). Shrek (Mike Myers) y Fiona (Cameron Diaz) llevan una vida en familia como la de tantos otros. El ogro ha quedado atrás. Ahora Shrek es un esposo responsable, frecuentemente ocupado en reparar la casa, y un padre dedicado que alimenta y cambia bebés, al tiempo que aguanta la celebridad que lo persigue (su casa es punto obligado en tours) y el casi nulo tiempo que tiene para sí. La situación lo asfixia al grado en que durante el primer cumpleaños de sus hijos explota. Entonces, el experto en contratos mágicos Rumpelstiltskin (John Dorn) aparece para hacerle una oferta: un día libre de su vida actual a cambio de un día de su vida anterior. Shrek acepta para percatarse que el día que Rumpelstiltskin tomó ha cambiado por completo el rumbo de Muy Muy Lejano. Para recuperar a su familia y restablecer el orden Shrek deberá conseguir, antes de que acabe el día, un beso del verdadero amor... sólo que Fiona ahora es una ogra guerrera que lo desconoce por completo.
A diferencia de lo sucedido en “Shrek tercero”, “Shrek para siempre” se ocupa de proporcionarle un viaje emocional al personaje principal poniendo sobre la mesa cuestiones como la rutina, la familia y el poder renovador del amor. La ironía y la sátira están presentes sin distraer el trasfondo, ayudándole al filme a tener un buen equilibrio entre drama, comedia y acción, y sacando el mejor provecho de las características de cada personaje sin abusar de ello. El recurso narrativo, al mejor estilo de “Que bello es vivir” (1946), funciona pues refresca la historia, la hace memorable (a diferencia de su antecesora) y juega con las ya de por sí atípicas características de sus personajes. Amén del cambio de Fiona, el Gato con Botas (Antonio Banderas) se ha descuidado por completo mientras que la galleta de jengibre es ahora un tipo rudo y Pinocho, empeñado en dejar de ser niño, es un hijo dominante.
Parece que el cambio de título obedece a la amenaza de que Shrek podría seguir llegando a las salas cada par de años. Quizá no sea malo... pero tampoco lo sería cerrar una franquicia en un buen momento y no exprimirla hasta que ningún contrato mágico pueda salvarla. En fin... ojalá que la magia no deje de inspirar a sus creadores y el encanto del ogro no termine por convertirse en algo muy muy lejano... mientras tanto parece ser, por lo que dure, para siempre.
Shrek Forever After
EE.UU. 2010
Director: Mike Mitchell.
Reparto: Mike Myers, Cameron Diaz, Eddie Murphy, Julie Andrews, Walt Dorm, John Cleese.
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