“El príncipe no es encantador. La princesa no está durmiendo. El ogro es el héroe. Los cuentos de hadas nunca volverán a ser iguales.” Frase promocional
En un mundo muy lejano había una vez una serie de cuentos maravillosos. Llenos de seres mágicos, grandes héroes y hermosas princesas... hasta que... hasta que... llegó Shrek.
En 2001 Dreamworks sacudió la versión rosa de los cuentos de hadas que hasta entonces había creado Disney. Con “Shrek” le dio un giro a los elementos clásicos del género y los actualizó al nuevo milenio y para las nuevas generaciones.
Shrek (Mike Myers) es un ogro que vive feliz, tranquila y aisladamente (“¡Mantente alejado!” y “Cuidado con el ogro”, indican los letreros afuera de su casa) en un pantano hasta el día en que, a causa de una nueva ley de Lord Farquad (John Lithgow), múltiples y variados nuevos vecinos campistas (enanos, hadas y lobos, por citar solo algunos) aparecen. Decidido a recuperar su tranquilidad, Shrek acuerda con Farquad rescatar a una princesa para que pueda desposarla. Luego de darle a escoger entre Blanca Nieves (“vive con siete, pero no es una fácil”), La Bella Durmiente y Cenicienta, escoge a la Princesa Fiona (Cameron Diaz), quien está atrapada en una torre custodiada por un dragón. Con la compañía, que acepta casi obligado, del parlanchín Burro (Eddie Murphy), Shrek emprende una tarea que le dará muchas sorpresas, entre ellas, la verdadera naturaleza de la princesa.
Ubicada en el número 8 en la lista de las Diez Mejores Películas de Animación del American Film Institute, “Shrek” conserva la estructura general del cuento de hadas alterando las características de sus personajes principales y burlándose de los elementos tradicionales. En pocas palabras “Shrek” se toma muy poco en serio todo aquello establecido antes, pero lo hace con estilo. Visualmente es una delicia, equilibrando las técnicas de animación para presentar una propuesta fantástica, pero verosímil y llena de vida. Los personajes están sumamente bien delineados y cuentan con mucha mayor profundidad. El propio Shrek es más que una criatura un tanto amargada con complejo de inferioridad y eso sí, un gran corazón y una cierta simpatía. El Burro es un encanto, Fiona una mujer liberada (pelea al estilo “Matrix”, 1999, y su agudo canto fulmina a las aves), y Farquad un serio y terrorífico villano (amenaza al hombre de jengibre con torturarlo sumergiéndolo en leche) de escasa estatura.
En Yiddish, Shrek significa monstruo y “Shek” lo es en el sentido positivo del término. El filme se hizo con el primer premio de la Academia como Mejor Película Animada, siendo nominada también por Mejor Guion Adaptado, y recibiendo además ochos premios Annie, incluyendo el de Mejor Película. “Shrek” es un parte aguas en la historia del cine y una reinvención del cuento de hadas... un final muy feliz, para siempre y afortunadamente con puntos suspensivos.
EE.UU. 2001
Director: Andrew Adamson, Vicky Jenson.
Reparto: Eddie Murphy, Cameron Díaz, Mike Myers, Vincent Cassel, John Litgow.
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