Una pieza más para "la colección" ha llegado.
En "Los niños del verano", Mercedes, una agente del FBI, regresa a casa para encontrarse con un niño que la espera. Tiene marcas de sangre y le dice que el ángel que mató a sus padres lo ha dejado ahí para que la espere y lo mantenga a salvo. Mientras los días pasan y la investigación avanza, el "ángel" irá haciendo otras entregas.
Dot Hutchison madura con cada entrega. Su debut se dio con "El jardín de las mariposas", thriller inolvidable que se convirtió en best seller y que comenzó la trilogía de "El coleccionista" que continúa con "Las flores de mayo" y ahora con "Los niños del verano". Es una trilogía inusual pues no recupera o retoma dónde termino la previa, en su lugar se enfoca en un personaje distinto que ha aparecido antes y da seguimiento a los previos de manera indirecta (así que Inara y Priya, protagonistas de las anteriores sí aparecen). En esta ocasión la heroína no es víctima del criminal, o al menos no de la forma tradicional.
"Los niños del verano" es un thriller eficiente; intriga, construye y mantiene el suspenso, pero, más allá de ello, explora tanto en la psique de su criminal como en la de su heroína, construyendo un paralelismo entre ellas y también apuntando a las fallas y aciertos de un sistema judicial que a veces rescata a las víctimas y otras tantas se hace de la "vista gorda" o simplemente se conforma con seguir el procedimiento. Esa combinación de elementos, aunados a otros tantos como el hecho de que Mercedes sea lesbiana, colocan a Hutchison como una voz contemporánea y relevante para el género.
Esta es una colección que vale la pena tener.
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