“Swinging Belleville rendevouz/ Marathon dancing, doop-de-doo/ Voodoo, can-can, balais, taboo/ in Belleville swinging rendevouz...”, Las trillizas de Belleville.
Reconocida como Mejor Película Animada por la Asociación de Críticos de Toronto y los Críticos de Seatle, y como Mejor Película Extranjera por la Sociedad de Críticos de Boston, “Las trillizas de Belleville” es una rareza dentro del género que se alza como una pequeña gran obra maestra dentro del séptimo arte.
Escrita y dirigida por el francés Sylvain Chomet, “Las trillizas de Belleville” cuenta la historia de Madame Souza, una perseverante y preocupada viejita que se ocupa de animar a su impávido nieto, primero, comprándole un perro y, luego, una bicicleta. La meta es participar en el Tour de France donde es secuestrado por la mafia francesa para que forme parte de un malvado plan. Madame Souza se lanza en su rescate y en el camino se encuentra con las trillizas de Bellevile, un trío de famosas cantantes de los años 40.
Tratar de que la palabra escrita resuma lo que “Las trillizas de Belleville” es, es una tarea poco menos que imposible. Se trata de un filme con una propuesta visual melancólica, carente, salvo por un par de excepciones, de diálogo, y guiado por una trama fuera de toda convención. La nominada al Oscar como Mejor Película Animada y por Mejor Canción Original (“Belleville Rendez-Vous”) es un espectáculo que debe de verse para entender, o al menos intentarlo, la experiencia surrealista que representa. Su originalidad es apabullante y su encanto un tanto intimidante. Y es que “Las trillizas de Belleville” es excéntrica, mágica, aterrorizante, irreal, grotesca, tierna, vulnerable, siniestra y entrañable a la vez. La originalidad de “Las trillizas de Belleville”, con su contagiosa música y agradable aire parisino, es una fantástica experiencia visual que solo se comprende cuando se ha sentido el torbellino de sensaciones que sus personajes transmiten. Es la única manera de entender a ese trío que pesca ranas con dinamita y las cuece ante la hoguera como si de bombones de tratara. Ese tipo de experiencia que viven las cantantes es la que experimenta el espectador, tan inverosímil como increíble e inolvidable.
Les Triplets de Belleville
Francia/Bérgica/Canadá/Inglaterra 2003
Director: Sylvain Chomet.
Voces: Béatrcie Bonifasse, Lina Boudreau, Mari-Lou Gauthier.
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