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La casa del lago

“Es como una relación a larga distancia,” Kate.

El conocimiento popular dicta que no hay obstáculos ni límites que el verdadero amor no pueda superar... ¿será?



La doctora Kate Forster (Sandra Bullock) se muda de una casa en el lago y le pide al nuevo inquilino que le envié la correspondencia que llegue. También se disculpa por las huellas de perro que hay. Estaban ahí cuando llegó. El nuevo habitante es Alex Burnham (Keanu Reeves), un solitario arquitecto cuyo padre construyó la casa. Alex encuentra raros los comentarios de Kate. Nadie ha vivido ahí por años. Pronto comienza a darse cuenta de que algo extraño sucede. Kate vive en el 2006; él en el 2004. Los solitarios jóvenes inician una relación que empieza en la curiosidad y termina en el romance. La duda está en si podrán salvar el obstáculo que significa el tiempo.


El argentino Alejandro Agresti (“Valentín”, 2002) tiene su primer proyecto Hollywoodense con “La casa en el lago”. Agresti reúne, poco más de una década después de haber protagonizado la taquillera “Máxima velocidad” (1994), a Sandra Bullock y Keanu Reeves. En esta ocasión se trata de una inusual historia de amor.


“La casa en el lago” es, en la mejor tradición de lo fantástico, un relato para ser sentido, no pensado. El romance funciona en la medida en que el espectador esté dispuesto a ser partícipe de un hecho imposible. En el momento en el que se busque y fuerce una explicación lógica, el encanto se habrá perdido. Y, sin embargo, “La casa en el lago” utiliza el recurso para interesar. Precisamente es lo que en principio llama la atención. Entender que sucede. Después descubrir si se concretará. Para lograrlo, Agresti hace gala de un resuelto uso del lenguaje cinematográfico que permite a la historia fluir. La manera en cómo resuelve de manera creativa el aspecto de la distancia permite sentir cercanos a los personajes a pesar de que en realidad son pocas las ocasiones en que están juntos. Vaya, para ser una historia de amor únicamente hay un beso.


El romance se beneficia de los actores principales, sobre todo de Sandra Bullock. La actriz tiene una agradable presencia y es capaz de sacar a flote tanto personajes con tintes cómicos como dramáticos. En esta ocasión está más cercana al segundo y brinda una sutil fuerza a Kate. Reeves funciona. El papel, un solitario hermético, no le requiere mucho en realidad. Por cierto, el perro en la película se llama Jack en honor a su personaje en la citada película de acción. En los roles secundarios destacan Christopher Plummer como el amargado padre de Alex, y Shohreh Aghdashloo como la comprensiva jefa de Kate.


El cristal predomina en la casa del lago. Es una casa transparente. Hermosa. Llamativa. Aislada. Sus habitantes son similares. Llegar a ellos requiere un poco de fe, otro tanto de cooperación y bastante irracionalidad. El destino final no decepciona, aunque no es lo nítido que parecía. La estructura de la casa del lago es compleja y tramposa, pero igualmente interesante.

The Lake House

EE.UU. /Australia 2006

Director: Alejandro Agresti.

Reparto: Sandra Bullock, Keanu Reeves, Dylan Walsh, Christopher Plummer, Shohreh Aghdashloo.

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