āElla es un pĆ”jaro... uno roto. Tu abuelo acostumbraba a decir que un pĆ”jaro que vuela a tu casa es un Ć”ngel. Debes ver su presencia como una bendiciĆ³n,ā Behrani a su hijo.
Esperanza, contraste, sueƱos, dificultades y tragedia.
Kathy Nicolo (Jennifer Connelly) es una joven que lidia con su alcoholismo y el abandono de su esposo. En su depresiĆ³n ha olvidado sus deberes civiles y su pago de impuestos por la casa en que habita, una herencia de su padre con vistas a la costa de California. Su descuido lleva la propiedad a subasta donde es comprada por Massoud Amir Behrani (Ben Kingsly), un inmigrante iranĆ, quien fuera coronel del Shah y ahora tiene dos trabajos para mantener a su familia y mantener las apariencias. Behrani cree que esta casa simboliza la primera piedra de una mejor vida para Ć©l, su esposa y su hijo. Pero Kathy no estĆ” dispuesta a abandonar la casa, ofertada por un error del gobierno y cuyo valor es mĆ”s sentimental que monetario. En la pugna por la vivienda se ponen en juego cuestiones cuyo precio es inestimable y cuya transacciĆ³n es irreversible.
Perelman entrega en su opera prima una cinta provocadora cuya base estĆ” en la novela de Andre Dubus III. āLa casa de arena y nieblaā estuvo nominada en varias premiaciones, principalmente en las ramas de actuaciĆ³n. Los Independet Spirit Awards premiaron a Aghdashloo como Actriz de Reparto, el Oscar la nominĆ³ y tambiĆ©n incluyĆ³ a Kingsly, para extraƱamente omitir a Connelly. Esta es una de las mejores pelĆculas de 2003. Su trama sorprende, sacude al espectador y lo deja sin aliento.
Uno de los grandes mĆ©ritos del filme estĆ” en que no toma partido por ninguno de los protagonistas. Quien le mira siente simpatĆa por cada uno de los personajes. Cada uno estĆ” al descubierto, cada uno tiene sus motivos y son justificados; es posible identificarse con ellos, entenderlos y compadecerlos. AquĆ no hay bien y mal. No hay camino ni salida fĆ”cil. No hay respuestas.
El sueƱo americano resulta una ilusiĆ³n representada por los mĆŗltiples significados que puede tener una casa. Para algunos es un lugar donde descansar, para otros una inversiĆ³n, un refugio o una comodidad... para unos pocos mĆ”s que una cosa es una llave a la identidad, un vĆnculo con el pasado. Pero una casa tambiĆ©n puede ser un obstĆ”culo, una interferencia para la comunicaciĆ³n y la empatĆa. Hay que ver del otro lado o someterse a la ceguera que consume.
Kathy es el pĆ”jaro roto, el Ć”ngel, que regresa a su casa y la encuentra ocupada. Para Behrani es una bendiciĆ³n. En la interpretaciĆ³n, en el medio, se nubla la vista. El torbellino de acciones y consecuencias ponen punto final al futuro. DespuĆ©s de todo, esta es una casa donde no se ve lo que hay al otro lado hasta que es demasiado tarde... una casa de arena y niebla.
House of Sand and Fog
EE.UU. 2003
Director: Vadim Perelman.
Reparto: Ben Kingsly, Jennifer Connelly, Ron Eldard, Shohreh Aghdashloo, Jonathan Ahdout.
ArtĆculo inicialmente publicado en el periĆ³dico estudiantil āLa Catarinaā de la Universidad de las AmĆ©ricas-Puebla. Derechos Reservados de Carlos AndrĆ©s Mendiola H.