¿Correr, crecer y tropezar?
El desafortunado agregado que pusieron al título de “Juno” no hace más que intentar sin mejores resultados dar más detalles sobre la trama, al tiempo que le da un tono de comedia, y desde luego (una vez visto el póster), establece un punto de vista sobre el tema principal: el embarazo juvenil. “Juno” está más allá de todo eso. Filmada en tan sólo 31 días, “Juno” es una joya del cine independiente, un filme con mucho corazón y, sobre todo, inteligente.

Juno MacGuff (Ellen Page) es el nombre de una irónica joven de dieciséis años que en una tarde de aburrimiento no encuentra nada mejor que hacer que tener sexo con su mejor amigo. Poco después, tras verificar con incredulidad una y otra vez, confirma la noticia: está embarazada. Luego de considerar varias opciones, entre ellas el aborto, Juno se sincera con sus padres y les comunica su decisión. Llevará a término el embarazo, pero no se quedará con el bebé. Lo entregará a una pareja que lo desee y que pueda hacerse cargo de él. Ese transcurso es el que cuenta la película.
Jason Reitman entrega un segundo filme que confirma las virtudes que demostró en “Gracias por fumar” (2005), su debut. En esta ocasión saca avante una historia que se aleja de los clichés, que destaca por su honestidad, aunque para algunos quizás peque de optimista al rehuir a tratar a fondo los temas del aborto y la adopción. Pero ese no es su objetivo y sí el mostrar un viaje que tampoco resulta del todo sencillo, más aún, si se toma en cuenta que la protagonista es sólo una adolescente. Juno no es una adolescente ‘especial’ o diferente; comete errores y tiene aciertos, es singular, como todos, y vive un proceso que la hace madurar.
A Reitman le ayudan principalmente dos factores. El guion de Diablo Cody está lleno de diálogos divertidos, inteligentes y mordaces, y la trama avanza de manera sutil, pero ágil. Es inevitable que uno quiera saber qué pasará con Juno luego de ver su reacción ante varias pruebas de embarazo que no cambian de opinión. Ellen Page interpreta el rol principal con soltura y carisma, haciendo del personaje un ser real y palpable. La actriz es creíble en todo momento y soporta el peso de la trama con singular desenvoltura. El resto del reparto cumple con su parte: J. K. Simmons conmovedor como el padre resignado, Jennifer Garder efectiva como la madre adoptiva de duro carácter, pero buenas intenciones (una buena variación para una actriz más ubicada en películas de acción), Jasón Bateman convincente como el inseguro padre adoptivo de nula realización profesional, y Michael Cera memorable como el amigo-padre. Precisamente esos dos elementos (el guion y la actuación de Page) fueron los más reconocidos por parte de la crítica. La Academia nominó a la cinta como Mejor Película, a Page como Mejor Actriz, y Diablo Cody lo obtuvo por el Mejor Guion Original. La otrora voz de una hot-line también recibió el reconocimiento por parte del sindicato de Guionistas de EE.UU.
Juno es para los griegos la diosa de la fertilidad y el matrimonio. Quizás en este caso la deidad no haya cumplido con la parte del matrimonio, pero ciertamente entrega un filme fértil en todos los sentidos. El camino que elige Juno tiene sus sorpresas, puede o no ser el mejor, pero es uno al que bien vale la pena acompañarla las cuatro estaciones del año.
Juno
EE. UU. /Canadá 2007
Director: Jason Reitman.
Reparto: Ellen Page, Michael Cera, Jennifer Garner, Jason Bateman, J. K. Simmons.
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