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"Ginny & Georgia" / Temporada 2

¿De tal palo tal astilla?

En su temporada dos, "Ginny & Georgia" retoma con Ginny (Antonia Gentry) y Austin (Disel La Torraca) alejados de Georgia (Brianne Howely), luego de que la primera descubriera que Georgia causó la muerte de su último marido. Mientras la diferencia se resuelve, la boda de Georgia y Paul (Scott Porter), recién reelegido alcalde del pueblo de New England, se marca como el punto climático que podría darle a Georgia la estabilidad, la vida, que tanto ha soñado. Conseguirlo no le será fácil, no todos los residentes la aceptan (no digamos sus suegros) y para empeorar las cosas, Gil (Aaron Ashmore), padre de Austin ha salido de prisión, quiere convivir con su hijo y cobrarle a Georgia "lo que le debe". Por su parte Ginny continúa en su búsqueda por descubrir quién es y que la lleva a seguir rechazando aquello que siente la asemeja con su madre y dándole más voz al lado que siente está más alejado de ella. Un aspecto central en los primeros episodios está en que Ginny se quema como manera de calmar su ansiedad.

"Ginny & Georgia" funciona bastante bien. La serie equilibra las historias de sus dos protagonistas y cómo se entrelazan, incluyendo flashbacks que muestran cómo era su vida cuando Ginny era una niña y cómo Georgia se las fue ingeniando para sacarla adelante y salir del paso ante varias de las vicisitudes que enfrentaron. Es una temporada que le da más profundidad a sus protagonistas. Georgia, por ejemplo, cuestionándose si ha sido y es buena madre y confrontándose al efecto que su personalidad, tan fuerte y llamativa, ha tenido en su hija. Brianne Howely es fantástica como Georgia, muy divertida, pero muy solvente también en los momentos dramáticos, Es fácil imaginarla como la madre que todos desearían tener, pero que no sabían cómo manejar si en realidad lo fuera. Antonia Gentry, sin embargo, es quién tiene más peso dramático. Esta es una temporada en la que Ginny la pasa mal y ella está siempre a la altura. Grandes momentos surgen cuando escucha un poema de Ginny que ha resultado de su terapia y que justo expresa sus sentimientos. También da un poco más de oportunidad para Austin, mostrando su confusión ante lo que descubre, pero también su inherente amor y apoyo a su madre. Disel La Torraca es, por cierto, encantador. A Paul le falta, por cierto, más desarrollo. Debe de dejar de ser el galán que se enoja un poco cuando Georgia se sale de control, para poco después personarla porque la ama; lo hace bidimensional y Scott Porter puede ofrecerle más.

La serie, sabiendo que ya ha introducido el universo, también aprovecha para desarrollar varios personajes secundarios. Está, Cynthia (Sabrina Grdevich), la vecina que antagoniza con Georgia, que tiene un esposo en fase terminar y que intenta salir al paso. Joe (Raymond Ablack), enamorado silencioso de Georgia y dueño del café del pueblo, despierta sentimientos por Cynthia. Maxine (Sara Waisglass, quién es encantadora), amiga de Ginny, intenta superar su rompimiento con la chica que pensaba era "el amor de su vida", Abby (Katie Douglas), otra de las amigas, tiene problemas de autoestima y Marcus (Felix Mallard, muy bien casteado como el galán rebelde con problemas y dimensión, recordando a un joven Johnny Depp) enfrenta una fuerte depresión. Estos aspectos, la parte emocional, son uno de los fuertes de "Ginny & Georgia". Hay un trabajo real por dimensionar y discutir las condiciones emocionales que afectan a los personajes. La temporada hace varios planteamientos que quedan a desarrollarse más y mejor en una tercera. Las autolesiones de Ginny y la depresión de Marcus son los más tratados. Hace falta un mejor equilibrio; hay más atención al primer, por ejemplo, en los capítulos iniciales y después se le olvida un tanto por darle prioridad a los hechos y asegurarse que haya tensión suficiente. También queda por discutir un poco más y llegar al punto que quiere hacer el tema de la representación. Ginny se ha quejado de que sólo se leen en su clase de Literatura textos que reflejan la perspectiva blanca y no textos que den una perspectiva distinta. Ella como una mujer de raza mixta, no está representada ahí.

"Ginny & Georgia" sabe que principalmente es entretenimiento. Maneja bien el melodrama y equilibra el drama familiar con el romance, la comedia y el suspenso. Es principalmente una metáfora sobre el instinto protector materno conviviendo con la transformación de una oruga en mariposa. Es una serie que se siente más sólida, más cómoda con quién es y lo que quiere lograr. Le falta un poco de tiempo para el último capítulo (o un capítulo más) donde concluye un tanto apresurada en aras de dejar un buen cliffhanger, es un tropezón más que perdonable pues de "Ginny & Georgia" queremos saber más, mucho más.

📱📱📱1/2

EE. UU. 2023 -


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