“La vida es como una caja de chocolates... nunca sabes que te va a tocar”.
Optimismo, frescura y honestidad.
En el Greenbow, Alabama, de la década de los sesenta crece Forrest Gump (Tom Hanks), un niño cuyo nivel intelectual lo coloca justo debajo de lo considerado normal y a quien dicha diferencia no incomoda en lo más mínimo; por lo contrario, es lo que contribuye a que Forrest entienda al mundo con una inusual inocencia y desde una perspectiva optimista. Conforme pasan los años Forrest se ve envuelto en una serie de situaciones que lo llevan a desempeñarse como jugador de fútbol americano y estudiante universitario, miembro del ejército, campeón de ping-pong, capitán de un barco camaronero, accionista de una empresa millonaria (recibe ganancias de una “empresa de frutas” llamada Apple), y corredor. Durante todo ese tiempo, no deja de pensar en Jenny (Robin Wright), su amiga de la infancia y su único amor. Pero Jenny transita por un escenario paralelo a través de la contracultura y se ve inmersa en el movimiento hippie, la psicodelia, el flower power, manifestaciones en contra de la guerra, y el consumo de droga. Sus caminos se cruzan un par de veces y aunque para Jenny, Forrest no llega a saber lo que es amar, la vida termina mostrándole que tal vez lo entiende mejor que ella.
“Forrest Gump” es el tipo de película que se queda en el corazón del espectador, que presenta un personaje “diferente” y, sin embargo, logra resonar con el espectador y lo consigue, en gran medida, alejándose de los clichés del género. La cinta no intenta conmover en todo momento y se sostiene gracias al poder que desprenden las situaciones más sencillas. El discurso de “Forrest Gump” va más allá de la mera anécdota al introducirse en cuestiones sociales y varios espectros de la psique humana.
El trabajo del reparto es sobresaliente y además de Hanks, llama la atención Gary Sinise, como el amargado teniente Dan Taylor quien culpa a Gump de permanecer con vida y atado a una silla de ruedas. Del mismo modo, vale la pena señalar el uso que Zemeckis, el director, hace de la tecnología y los efectos especiales para lograr que Forrest interactúe con George Wallace, los presidentes Kennedy, Jonson y Nixon, y John Lennon.
El filme se hizo acreedor a trece nominaciones al Oscar y obtuvo entre otros, el de Mejor Película, Director, Actor (por segundo año consecutivo para Hanks, tras “Philadelphia”) y Guion Adaptado. En tanto a la mancuerna Hanks-Zemeckis, ésta ha seguido en proyectos como “Náufrago” y “El expreso polar”.
El juego está en aquellos caprichos que llevan a una pluma a flotar en el aire en un continuo vaivén y descender tarde o temprano... qué tanto puede hacerse, “sólo lo mejor con aquello que se te dio”.
EE.UU. 1994
Director: Robert Zemeckis.
Reparto: Tom Hanks, Robert Sinise, Robin Wright, Sally Field.
Artículo inicialmente publicado en el periódico estudiantil “La Catarina” de la Universidad de las Américas-Puebla. Derechos Reservados de Carlos Andrés Mendiola H.
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