J. K. Rowling está en plena forma en esta novela que es un gran cuento del que no es posible despagarse desde el primer capítulo.
La historia sucede en Cornucopia, una tierra mítica que es gobernado por el Rey Fred. Todo transcurre bien hasta que, decidido a erradicar un par de comentarios negativos sobre él, emprende una cruzada para terminar con el Ickabog, un ser monstruoso del que todos cuentan historias, pero nadie ha visto. La misión desatará una serie de "hechos desafortunados" (aunque suene al título de una serie de novelas familiar con humor negro) que pondrán de cabeza la paz y prosperidad que privaba.
Aunque es claro que "El Ickabog" está destinado para niños (Rowling ha dicho que de entre 7 y 9 años) cualquiera que conserve ese espíritu la disfrutará enormemente. Los capítulos son breves, los personajes entrañables, las descripciones coloridas y con un poco de humor. Cuando uno lee "El Ickabog" recuerda esa bonita tradición, que no debe perderse, de leer un cuento antes de dormir y éste se presta muy bien para varias noches (tiene grandes cierres de capítulos que dejan con ganas de más y más y la trama da giros inesperados; empieza en un lugar que no parece apuntar el destino final). Además, da mucho para discutir sin caer en lo obvio ni en la moraleja (lo que se agradece); no subestima a sus lectores.
Entre otros toques que hacen memorable el libro están las ilustraciones, fruto de un concurso, de la mano de pequeños lectores del libro. También está un concepto de gran valor simbólico, "nacimorir", del que vale la pena leer y no diré más en estos momentos.
"El Ickabog" es el cuento que Rowling le contaba a sus hijos, que tardó mucho en concluir, y que finalmente encontró en la cuarentena la incubadora perfecta. Ahora, Rowling le narra a todos los niños, vuelve a ellos después de Harry Potter, con gran encanto y corazón.
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Reino Unido 2020 - 64 Capítulos, 300 páginas
