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El diario de la princesa

“¿Sabes qué? No me siento protegida. Trata de vivir 15 años pensando que eres una persona, y después en cinco minutos, descubres que eres una princesa. Como si no fuera lo suficientemente rara, ahora ¡agreguémosle una tiara!” Mía.

En 2001 los estudios Disney decidieron lanzar una cara nueva, en lugar de utilizar a una actriz más conocida (Liv Tyler), para protagonizar una comedia romántica basada en la novela de Mag Cabot. La elegida fue una Anne Hathaway de 19 años de quien destacaba su amplia sonrisa, muy al estilo de la de Julia Roberts. Hathaway saltó de los filmes familiares, mostró estilo que, aunado a su fisonomía, le granjearían comparaciones con Audrey Hepburn. Más aún, mostró versatilidad, como Julie Andrews, su madrina en su debut, haciéndose en menos de una década de un curriculum destacado que la coloca entre la realeza joven de Hollywood.



En “El diario de la princesa” Hathaway es Mía Thermopolis, una quinceañera que lleva una vida normal en San Francisco hasta que inesperadamente recibe la visita de su abuela (Andrews). Clarisse, como se llama, es la reina madre y está ahí para pedirle que asuma el reino de Genovia, un pequeño país ubicado en algún lugar entre Francia y España. El hecho toma por sorpresa a Mía quien parece todo menos preparada para asumir tal responsabilidad. Sin embargo, deberá tomar una decisión pronto pues de lo contrario el país enfrentaría inestabilidad y la corona pasaría a otra familia.


A pesar de los lugares comunes, “El diario de la princesa” es un filme bastante disfrutable. Gary Marshall, responsable de “Mujer Bonita” (1990), conoce el género y hace funcionar las situaciones de acuerdo al público meta. Esta es una película Disney, después de todo. Vaya, el estudio se ocupó de dejar huérfana a la protagonista en lugar de mencionar, como en la novela, que su padre enfrenta cáncer testicular. Así, la historia funciona más como un cuento de hadas, cuya mayor influencia es el patito feo. El principal asunto a resolver, la cabellera de la protagonista (con una secuencia bastante divertida en torno a ello), aunque su torpeza tampoco es poco problema. Para ello Hathaway funciona muy bien. Tiene talento nato para la comedia y su carisma parece a prueba de balas. Julie Andrews es un gran apoyo, dándole clase, moderación y equilibrio a la aspirante princesa.


Al final “El diario de la princesa” quizá no se destaque de forma especial. Funcionó en taquilla (hizo más de 150 millones de dólares con un presupuesto de 36, obtuvo una secuela e incluso el premio a Mejor Filme de Comedia en los Young Film Awards), arranca un par de sonrisas y contribuye a la tradición de las princesas. Sin embargo, lo que al paso de los años la hace especial es la contribución y legado que ha hecho al séptimo arte y eso se resume en dos palabras: Anne Hathaway.

The Princess Diaries

EE.UU. 2001

Director: Gary Marshall.

Reparto: Anne Hathaway, Julie Andrews, Hector Elizondo, Heather Matarazzo, Mandy Moore.

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