āSĆ³lo quiero ser perfecta,ā Nina
Reconocida por el American Film Institute como una de las Mejores PelĆculas de 2010, āEl cisne negroā, con cinco nominaciones al Oscar, incluidas las categorĆas de Mejor PelĆcula y Mejor Director, tuvo que contentarse apenas con la estatuilla a Mejor Actriz. La presea tampoco serĆa para la que iniciara como favorita ese aƱo, āRed socialā, sino para aquella que como caballo negro saltara a la competencia y se llevara los honores al presentar otro viaje del hombre contra sigo mismo: āEl discurso del reyā.
En āEl cisne negroā, Nina Sayers (Natalie Portman) forma parte de la compaƱĆa de Ballet del New York Lincoln Center. El autocrĆ”tico director, Thomas Leroy (Vincent Cassel), prepara una nueva versiĆ³n de āEl lago de los cisnesā de Tchaikovsky que ha denominado simplemente como una āreimaginaciĆ³nā del clĆ”sico. Para ello busca una bailarina que interprete tanto al cisne blanco como al negro. Nina tiene la mejor tĆ©cnica pero carece de la pasiĆ³n que requiere el cisne negro. Con la llegada de Lily (Mila Kunis), Nina se encuentra no sĆ³lo con su contraparte sino en una disyuntiva que la enfrenta entre la rigurosa y monĆ”stica vida que ha llevado y las sensaciones y excesos de los que se ha privado.
La trama de āEl cisne negroā se apoya sobre elementos tradicionales: celos y rivalidad. Pero el montaje que hace de ello Aronofsky lleva al filme a otros niveles. Con una fotografĆa que contrasta adecuadamente los blancos y los negros, en un juego metafĆ³rico que refuerza el leguaje audiovisual sobre la psique de Nina, el estadounidense sumerge al espectador en una profunda reflexiĆ³n sobre el arte y la perfecciĆ³n. Natalie Portan, quien perdiera alrededor de 10 kilos para el papel y lo obtuviera sobre Rachel Weisz y Jennifer Connelly, es capaz de llevar a Nina a los extremos sin caer en la sobreactuaciĆ³n. FĆsica y mentalmente, Portman, en un acto que se antoja fascinante y terrorĆfico a la vez, encarna a la bailarina que se ha atrapado a sĆ misma en su obsesiĆ³n.
A la Academia le gustan los finales felices, aquellos donde el hombre supera todos los obstĆ”culos y se vuelve un mejor ser humano. Eso es āEl discurso del reyā. āEl cisne negroā toma un camino distinto. El arte acostumbra buscar la belleza bajo un entendido de perfecciĆ³n iluminadaā¦ pero su bĆŗsqueda no estĆ” libre de trampas y sinsabores. Eso es justo lo que aquĆ se explora. En aras de conseguir su objetivo, Nina se pierde en las profundidades de su ser. Es un viaje igual de fascinante que el del rey aunque mucho mĆ”s peligroso. Lo que Aronofsky refleja en la dualidad del cisne blanco y el cisne negro es precisamente aquello que, aunque hermoso a su manera, el ser humano prefiere no ver. Es siniestro el camino a la perfecciĆ³n e irĆ³nico el precio que se paga.
Si āEl discurso del reyā resonĆ³ en una ceremonia, la danza de āEl cisne negroā lo harĆ” por la eternidad.
Black Swan
EE.UU. 2010
Director: Darren Aronofsky.
Reparto: Natalie Portman, Vincent Cassel, Mila Kunis, Barbara Hershey, Winona Ryder.