Este no es un cuento de hadas…
… el de Millie Bobby Brown quizás sí, al menos es un cuento en proceso. La joven actriz de 20 años saltó a la fama a los 12 gracias a la serie “Stranger Things”. Cuatro temporadas después, Bobby Brown protagoniza esta fantasía de acción que la confirma como una protagonista solvente (ya sin el respaldo constante del elenco como en “Enola Holmes”) y como una heroína en forma, apuntando a una nueva etapa en su carrera. “Damsel” es también su primer éxito bajo esos términos.
Millie es Elodie, a quién su padre le avisa que su reino está a salvo gracias a que la ha comprometido con un boyante príncipe. Todo parece de cuento de hadas hasta que después de la boda, Henry (Nick Robinson) la lleva a la montaña para un misterioso rito que la envía en caída libre por la montaña donde habita un dragón. Elodie es un tributo para mantenerle en paz. Deberá sucumbir o enfrentarlo y recuperar su vida.
“Damsel” es la forma “cool” de referir a una damisela, es decir, a una joven con aspiraciones de dama. El mote tiene implícito un cierto carácter asistencialista que refiere a la famosa frase “dama en apuros” y que coloca a la damisela todavía “más en apuros”. “Damsel” busca resignificarlo. Forma parte de las historias de empoderamiento femenino.
La película funciona como entretenimiento. Es bastante ágil en su ritmo. Presenta un universo cautivante, tiene una actriz comprometida en Millie Bobby Brown y un elenco de soporte muy sólido. Ray Winston hace al padre de Elodie, Angela Basset es su madrasta, Nick Robinson el príncipe, Robin Wright la reina Isabel y Shohreh Aghdashloo, nominada al Oscar como Actriz de Reparto por “La casa de arena y niebla”, le da vida al dragón. Los efectos especiales están bien en su mayoría, aunque son disparejos. El diseño de arte, sin embargo, consigue muy bien construir los espacios, en especial la montaña y sus laberínticos interiores que son un mundo en sí mismo.
Ahora, las intenciones de “Damsel” de discutir sobre el poder femenino se quedan en la superficie. El filme no consigue construir algo sólido. Es una cuestión de guion y tiene que ver básicamente con que no hay una necesidad o un conflicto real de Elodie previo a la boda. Tampoco hay una claridad contundente sobre qué se quiere decir sobre ello y ello pasa aún y cuando se tienen varios personajes femeninos que bien podrían discutirlo desde distintos frentes: la hermana menor, la reina, la madrastra, la dragona y, desde luego, Elodie. Es más, hay elementos simbólicos que le podrían sumar muy bien y que tienen que ver con el propio acto del matrimonio, pero, más aún con detalles alrededor que van del propio vestuario para la boda, los obstáculos en la cueva y hasta el propio dragón. Es como si a “Damsel” tuviera las piezas correctas y pudiera embonarlas, pero no hacer algo mayor en su suma.
“Hay muchas historias sobre caballería donde el héroe salva a la damisela en apuros. Esta no es una de ellas,” dice Elodie. Es correcto. No lo es. En “Damsel” la damisela se salva sola y quizás, por el momento, para el momento de la película sea suficiente. Ya hay otras historias donde no sólo se salva sola, sino que también dice más al respecto. Un cuento a la vez…
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EE. UU. 2024 - 1h 50m
