"El tiempo de los héroes ha terminado" por "El poder nacido de la ira".
Ésas son las promesas de "Black Adam", una película que llega después de un largo periodo de gestación y que finalmente presenta cómo súper héroe (sí, aunque lo nieguen) a Dwayne "La Roca" Johnson. La tradición de "Black Adam" en los cómics viene desde 1945. Originalmente era un antagonista de Shazam, de hecho, la intención era que debutara en dicho filme.
En "Black Adam", Adrianna (Sarah Shahi), una profesora y activista en Kahndaq, despierta, tras encontrar la poderosa Corona de Sabbac, a Teth-Adam (Dwayne Johnson), quién fuera encarcelado por los dioses egipcios 5 mil años antes luego de que hubiera mal utilizado los poderes que le habían otorgado poderes (como a Shazam). Para evitar que su ira destruya el mundo, Amanda Waller (Viola Davis) contacta a la Sociedad de la Justicia. Es así como Carter Hall / Hawkman (Aldis Hodge), Kent Nelson / Doctor Fate (Pierce Brosnan), Maxine Hunkel / Cyclone (Quintesa Swindell) y Albert Rothstein / Atom Smasher acuden a detenerlo. Sin embargo, una amenaza mayor los obligará a unirse.
"Black Adam" se ve muy bien. La historia cumple en introducir a un nuevo grupo de personajes que se espera abran la puerta de un universo cinematográfico al estilo Marvel como no lo logró "La Liga de la Justicia". Es muy probable que lo haga, no porque esté a la altura de lo que Marvel hace bien aun cuando tropieza, sino porque es mejor que aquélla, pero, además, porque entiende un poco mejor en qué se debe centrar, aunque tiene una falla esencial.
El inicio es un prólogo que da los antecedes de Teth-Adam y al que después le da un giro que no aporta mayormente y que debió ahorrarse. En fin... es lo que es. Luego, arranca con suspenso, mientras encuentran la Corona de Sabacc y de ahí, una vez liberado Teth-Adam, prácticamente hay una secuencia de acción tras otra. Todas muy vistosas y consiguiendo mantener la atención para saber quién es más fuerte, quién prevalecerá. Vaya, digamos que en valores de película de súper héroes "Black Adam" cumple.
Ahora, ¿dónde falla? En algo muy sencillo. Si la película se llama "Black Adam" el énfasis debiera estar 1) en empatizar con el personaje, 2) en conocerlo. Ninguna de las dos se logra por completo. La primera, se da en realidad hasta casi el desenlace. Entonces, ¿por qué debiera a uno interesarle su historia? ¿Cómo podemos comprender la ira que lo apodera? Como la película quiere ser "más inteligente" que el espectador se olvida de detalles esenciales dificultando que haya una simpatía real por Teth-Adam, que haya un entendimiento de lo que quiere. Eso, por ejemplo, no pasa en "¡Shazam!". Ahí, desde un inicio, uno sabe que lo que busca Billy Batson / Shazam es una familia. Pasa más de hora y media para entenderlo en “Black Adam”.
El marketing de "Black Adam" hace énfasis en que es un antihéroe y en que no es como ninguno otro. "Black Adam" debiera dejar mucho más claro eso, como pasa con Deadpool, por ejemplo, pero mientras con "Deadpool" no hay dudas, en "Black Adam", más allá de la imponente figura de Dwayne Johnson, de que Black Adam está muy enojado y es muy contundente ("No soy pacífico. Y no me rindo" o "Bienvenidos a la verdad, la justicia y al estilo de Black Adam", son un par de frases que revelan su carácter), falta darle mayor dimensión, incluso aprovechar mejor a Johnson como actor. Aquí está enojado, hay poco de su carisma, y también poco de lo que se le ha visto capaz en otras películas.
"Black Adam" no es una tragedia, tampoco es la mejor película de DC Comics. Es una puerta adecuada y suficiente para introducir a Black Adam y a la Sociedad de la Justicia. Vendrán, sin duda, otras historias, precuelas, secuelas y spin-offs. Mientras, sí, sí es un héroe y el tiempo de los héroes no ha terminado aún y cuando él si mate gente, y sí, su poder nace, en parte, de la irá.
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EE. UU. 2022 - 2h 4m
