“Hay un viejo chiste... dos mujeres están en un balneario. Una de ellas dice: “la comida aquí es horrible”. Y la otra dice: “sí, y las porciones son tan pequeñas”. Así es como me siento sobre la vida,” Alvy Singer
Neurosis, humor, confusión y amor.
Alvy Singer (Woody Allen) es un comediante judío de Brooklyn que pasa por una crisis en sus relaciones y con su familia. Su situación de pareja con Annie Hall, una aspirante a cantante, no es tampoco estable y termina de tambalearse cuando decide probar suerte en Los Ángeles. Luego de terapias, reflexiones e introspecciones, Alvy toma nueva conciencia sobre su existencia.
Considerada como una de las mejores cintas de Allen, “Annie Hall” es una de esas películas que no puede dejar de verse. Es una parada obligada y punto de referencia desde varias perspectivas. De inicio conjuga distintos recursos narrativos y audiovisuales que nutren y fortalecen la trama (dirigirse a la cámara, flashbacks, viñetas, pantalla dividida, transformaciones, animación, subtítulos que contradicen la acción, por citar sólo algunos), ello aunado a uno de los guiones mejor logrados de Allen y que le dio cuatro premios de la Academia incluyendo el Oscar a la Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actriz y por su puesto el de Mejor Guion (Allen también obtuvo una nominación como Actor). “Annie Hall” no sólo cautivó a la crítica, que la ha colocado como la cuarta mejor película en la lista de las Mejores Comedias del American Film Institute y en el número 31 en la de las 100 Grandes Películas del mismo organismo, sino que también impuso moda. El estilo masculino de vestir del personaje de Keaton estableció la pauta a seguir en 1977 y sigue influenciando los estándares actuales.
“Annie Hall” es un filme refrescante que marca un salto en cuanto a creatividad, exploración y curiosidad cinematográfica se refiere. Un filme vital, reflexivo, entretenido y sobre todo divertido. Un filme de tintes biográficos que directa o indirectamente toma elementos de la relación que Allen y Keaton vivieron hasta principios de la década de los 70, a pesar de las suspicacias que puedan levantar los hechos de que el verdadero nombre de Keaton es Diane Hall y su apodo Annie. Al menos queda clara la fuente de inspiración, la musa.
Ver “Annie Hall” implica sumergirse en Allen y la naturaleza humana; implica dilucidar en torno a todo aquello que interfiere y se relaciona con el ser y su desarrollo como ente social; implica sumergirse en el caos y la nada. “Annie Hall” es y era una anhedonia, aquella condición clínica en la cual simple y sencillamente la capacidad de experimentar alegría no existe. Así de determinante, así de contundente... pero cautivante.
EE. UU. 1977
Director: Woody Allen
Reparto: Woody Allen, Diane Keaton, Tony Roberts, Carol Kane, Shelley Duval y Christopher Walken.
Artículo inicialmente publicado en el periódico estudiantil “La Catarina” de la Universidad de las Américas-Puebla. Derechos Reservados de Carlos Andrés Mendiola H.
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