Con gran encanto y buen ritmo, "Work It" le rinde honor a su nombre y se hace de un lugar digno entre los filmes del género.
Quinn Ackerman ha hecho todo lo que debe para conseguir un lugar en la universidad de sus sueños y ahí está la cuestión: es igual a todos los aplicantes, nada la diferencia. Tratando de quedar bien y "verse interesante", Quinn da a entender que forma parte del grupo de baile de su escuela, uno de sus distintivos. Ahora, deberá hacer que suceda, lo que no es poca cosa pues no tiene ni pizca de idea de cómo bailar, la coordinación no es precisamente lo suyo y, claro, tampoco forma parte o tiene un equipo de baile.
Hay que decirlo, en términos de originalidad, "Work It" no sobresale precisamente. La historia se ha visto otras tantas veces. Ahora, lo que sí sabe hacer es cómo seguir la coreografía y sacarle el mejor provecho. Tiene una protagonista (Sabrina Carpenter) sumamente carismática, un reparto tremendamente talentoso que incluye a muy buenos bailarines (Liza Koshy, Jordan Fisher y Keynan Lonsdale), buena música, números espectaculares, y, sobre todo, un guion que no pierde en ningún momento el ritmo, enfocando un tema simple, pero siempre importante: encontrar la felicidad. Y eso es lo que hace también, deja una sonrisa y muy buen ánimo, cumpliendo la promesa de su título.
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