¿Un musical español? ¿Con temas de "Los hombres G"?
David (Raúl Arévalo) tiene una vida tranquila atendiendo su librería. Layla (Karla Souza), excompañera del colegio, le escribe; quiere verlo. Ella es ahora una destacada directora de cine y estará en Valladolid una semana. Los recuerdos se despiertan y David revive cómo se conocieron, que "Los hombres G" fueron lo primero que tuvieron en común y que tienen una historia pendiente.
¡Que gozada de película! "Voy a pasármelo bien" es el tipo de película que pudo haber sido un desastre. Alterna entre 1989 y la época actual. El año del colegio, con fotografía y diseño de arte acorde a la época, tiene la magia y energía del momento. Izan Fernández está magnífico como el David niño. Es carismático, sensible y ocurrente. Hace gran mancuerna con Paco (Rodrigo Díaz), el de lentes, Luis (Rodrigo Gibaja), el chaparrito ingenioso, y Fernando (Michael Herráiz), el fósil que ya debería estar terminando la prepa. Renata Hermida Richard y Karla Souza, fantásticas como Layla, qué gusto ver a la mexicana dándole variedad a su carrera de esta manera.
El grupo de amigos no es del todo cool, pero lo es para otros; digamos que están en medio de la "cadena alimenticia". Eso sí, ellos intentan serlo para todos. Así que se les ve, de repente, de lentes oscuros y chamarras de piel, haciendo una fiesta que se sale de control o discutiendo si deben o no fumar. "Voy a pasármelo bien" ve esos momentos, y es uno de sus grandes aciertos, desde la óptica de quién está descubriendo el mundo, con esa inocencia, con esas ganas de vivir, con esas ganas de pasarla bien que hacen que uno los mire con nostalgia y empatía. Hay mucha magia en ello y los números musicales que ocurren en esa línea del tiempo encajan muy bien. Son parte de esa "realidad alterna", de los sueños e ilusiones. Es así como se escuchan, entre otras, "Voy a pasármelo bien", "Suéltate el pelo" y "Sufre Ramón".
"Voy a pasármelo bien" funciona porque la alternancia de los tiempos tiene claro lo que quiere contar, superando los lugares comunes (no es el musical típico, por cierto) y construyendo una historia de amistad y romance que trasciende el paso de los años. Es reconfortante ver que David, Luis, Paco, Layla y compañía son adultos "normales". La película no cae en aquello de darle un final trágico a alguno o de exagerar el éxito de otro. La progresión se siente natural.
A ritmo de "Los hombres G", "Voy a pasármela bien" ofrece una experiencia que es una celebración nostálgica del amor, la amistad, el cine y los sueños. Es una gran muestra de que el musical tiene vida más allá de Hollywood o Bollywood. Es una promesa del título que, a diferencia de la canción donde "no se sabe por qué", aquí el viaje emocional, el qué dice y cómo lo dice, son los motivos de que se vibre y se la pase uno muy, muy bien.
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España 2022 - 2h
