¡Qué desperdicio! ¡Ahórrensela!
"Sweet Girl" es otro thriller de acción más sobre venganza. En esta ocasión, Ray Cooper (Jason Momoa), dolido por la pérdida de su esposa Amanda (Adria Arjona), se empeña en hacer pagar a aquellos que sacaron del mercado la medicina que pudo salvarle la vida. Su hija, Rachel (Isabela Merced), intenta hacerlo entrar en razón.
El problema de raíz es el guion. Desde un inicio no hace sentido la premisa y luego todo lo que sucede es derivativo, lo hemos visto muchas, muchas veces antes, pero mejor hecho. Para acabarla de rematar tiene un giro de tuerca en el último acto que pretende ser novedoso y en su lugar termina por confirmar lo pretencioso de todo y, pero aún, a una película que se siente más inteligente de lo que es y es muy poco inteligente. Brian Andrew Mendoza, quién debuta como director, bien podría regresarse a su labor como productor, aunque tampoco es que tenga un récord muy impresionante ahí con títulos como "Frontier", "Road to Paloma" y "Peligro en la montaña".
El amuleto de Mendoza parece ser Jason Momoa, protagonista de todos los citados filmes, que aquí está bien sin hacer o aportar nada nuevo a los roles de tipo rudo que lo caracterizan. Aún así tiene buena química con Isabela Merced, una actriz que ha hecho personajes similares en filmes como "Sicario: Día del soldado" y "Transformers: el último caballero" y que merece mejores oportunidades, ya en "Dora y la ciudad perdida" dio muestras de su gran carisma y talento.
Lo único dulce de "Sweet Girl" es el trabajo esforzado de sus protagonistas, pero eso es insuficiente para salvar esto que ni siquiera puede decirse que sea amargo, es más bien insípido y eso es aún peor.
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EE. UU. 20 21 - 1h 49m
