Lo que "Intensa mente" hizo con las emociones, "Soul" lo hace con el alma.
Joe es un profesor de música para quién la vida no ha sido exactamente lo que esperaba, aunque tampoco es que le vaya mal. Cuanto todo parece estar tomando una cierta estabilidad, surge una oportunidad de tocar con una banda y hacer cumplir su sueño, sólo que por la emoción termina dando (literalmente) un mal paso y ese mal paso lo lleva a separarse de su alma. Para conseguir reconectar con su cuerpo (y evitar morir, pequeño detalle que merece ser mencionado) deberá ayudar a 22, una alma que no ha encontrado "la chispa" que le permita estar lista para ocupar un cuerpo.
"Soul" es una delicia en todos los sentidos. Es hermosa de ver, con una recreación de Nueva York que permite explorar a Pixar escenarios urbanos, amén de la cultura africano americana; es una gran aventura, con personajes memorables como los Jerrys, asesores de almas, o la propia 22, y es una gran disertación metafórica, que aprovecha los varios significados de la palabra en inglés (esencia, pasión y género musical), de corte metafísico y existencial sobre la vida.
"Soul" divertirá enormemente a los niños, dándoles justo la dosis adecuada de temas complejos que los adultos sabrán apreciar de una forma distinta. "Soul" es sobre inspiración, pasión, propósito; sobre el significado de la vida. Es, y hay que decirlo, uno de los filmes más complejos de Pixar y uno que deja la respuesta final, con toda la intención, en el aire, esperando que la chispa sea se encienda, si es el momento, en cada uno de los que la ven.
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