El ritmo se siente en esta comedia familiar que sabe bien la coreografía y tiene los suficientes pasos nuevos como para destacarse.
Sofia Carson es Abril, una ambiciosa bailarina que, tras un traspiés en Broadway, termina volviendo a su pueblo natal en Wisconsin. Ahí, frustrada, acepta entrenar a un grupo de niñas con la esperanza de llegar a los nacionales y ser vista por un productor de espectáculos, toda vez que el concurso incluye un número con maestros.
La verdad es que en un principio "Siente el ritmo" se esfuerza demasiado, revelando que se trata de otra película más donde el personaje central se ve obligado a convertirse en maestro para luego replantearse su vida (desde "Al maestro con cariño" hasta "Escuela de Rock"). Hay situaciones un tanto forzadas y Abril no es del todo amigable, pero conforme avanza, el filme comienza a mostrar muchas más capaz, a profundizar en sus personajes y a integrar una serie de elementos que le agregan en encanto, emotividad e incluso en discurso. Entre el reparto, destacan, entre otros, Shaylee Mansfield, quien efectivamente es sordomuda, y Justin Caruso Allan como Dickie, el niñito que comienza jugando con sus carritos y termina siendo una estrella del baile; es un encanto y le agrega enormemente al factor "cute". Hablando del tema inclusión, un gran acierto de la cinta es que lo integra de manera orgánica.
"Siente el ritmo" no es perfecta, pero sí es una muy digna y meritoria adición al género. Tiene en Sofía Carson a una protagonista sólida, quien comienza a darle versatilidad a su carrera. Tiene muchos momentos memorables. Tiene un ritmo in crescendo que deja sentir y disfrutar el ritmo.
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