La sequía... donde la verdad está.
A Victoria, Australia, acude Aaron Falk (Eric Bana), un agente federal a un funeral. Luke, Karen y su hijo Billy han muerto. Las investigaciones apuntan a que Luke los mató antes de quitarse la vida. La única sobreviviente es una bebé. Aaron, quién no es del todo bien recibido pues abandonó el pueblo muchos antes cuando era un adolescente tras la muerte de Ellie (Bebe Bettencourt), su amiga, participa de la investigación a petición de los padres de Luke.
"Secretos del pasado" es una adaptación del bestseller de 2016 de Jane Harper. Sucede justo en un pueblo que se ha secado, literal y metafóricamente. El crimen actual sirve como contrapunto para confrontar el de antaño que, aunque en apariencia se resolvió, en la realidad fue sepultado por suposiciones.
El filme tiene un buen ritmo, no es acelerado, tampoco demasiado pausado. Destaca por su guion y la manera en que va hilando a través de la memoria, a través de las sospechas. Aprovecha muy bien a Eric Bana, a quién da gusto ver de nuevo en papeles que le permiten mostrar que es un actor solvente y que no lo minimizan a secuencias de acción o dónde luce por su físico. En su lugar, sirve como elemento conductor para explorar y exponer aquello que "Secretos del pasado" (qué título más cliché, por cierto) quiere decir en torno a la relación del pasado con el presente y a cómo, a veces, no hay mucho que encontrar aún y cuando se necesite tanto expiación como redención y respuestas.
"Secretos del pasado" es un buen filme. Para su desafortunada se vio retrasado por la pandemia y después, aunque llegó a salas tuvo un desempeño modesto; ahora, ojalá, no quede relegada a ser una más en el siempre catálogo de las plataformas porque, aunque habla de una sequía, "Secretos del pasado" es rico en verdades y poco árido, pero sutil en ocultarlas.
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Australia / EE. UU. 2022 - 1h 57m
