Voluntad y determinación se mezclan con placer y adicción en este filme de ciencia ficción con toques de acción.
Robin, una adolescente que vende droga para ayudar a su madre enferma, Frank, un policía determinado con poner fin al caos que ha causado una nueva droga y Art, un padre en busca de su hija, ven sus caminos unidos a causa de Power. Power es una droga que le da "súper poderes" a quién la consume, sólo que hay dos implicaciones: 1) no sabes cuál será el poder y bien podría ser la auto combustión (¡y adiós de este mundo!) y 2) su duración es de apenas unos minutos.
Entre las producciones originales de Netflix, "Proyecto Power" es bastante meritoria. Es, en realidad, una metáfora sobre los talentos o cualidades de cada persona y, más allá, sobre la convicción y el ingenio para conseguir algo. Eso se pierde un poco, pero nunca el interés por saber qué sucederá con los protagonistas. En especial, destaca Dominique Fishback como Robin, quién bien podría ver su carrera catapultada gracias a este proyecto. Se agradece ver de nuevo a Joseph Gordon-Levitt (Frank), quién había estado en proyectos de menor perfil, y a Jamie Foxx (Art); por ahí parecen también Rodrigo Santoro y Machine Gun Kelly.
"Proyecto Power" se las ingenia para darle un giro al género de súper héroes, brindar buen entretenimiento y sugerir alguna que otra reflexión. Ahora sí que su poder no es ilimitado, pero sí suficiente.
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