Si una película fuera una fritura chafa, sería justo igual a "Perversa adicción".
Adapta la novela erótica de Zane que se centra en en Zoe Reynard, una mujer joven con una vida perfecta: un esposo amoroso y fiel, dos hijos sanos y una empresa propia en asenso. Pero Zoe está insatisfecha. Cuando conoce a Quinton Canosa, un misterioso y atractivo artista, se deja seducir y comienza su adicción por el sexo.
La cuestión con "Perversa adicción" está en que no se decide en ningún sentido. Pretende ser erótica y no lo es. Pretende ser romántica y tampoco... quiere ser arriesgada, atrevida y no. Termina siendo entretenimiento barato, con fuertes dosis de melodrama que rayan en lo telenovelesco, con desarrollo de personajes nulo y contradictorio, ya no digamos un mejor planteamiento del conflicto principal. Pero bueno, podrá ser, para algunos, justo como esa fritura chafe, no sabe mal, aunque se sabe que no hay ninguna substancia en ella. Y bueno, para quien quiera atractivo visual, además de la protagonista, Sharon Leal, están Boris Kodjoe, William Levi y el super modelo Tyson Beckford, estos dos últimos como las manzanas de la discordia. Es lo que hay...
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