Qué agradable sorpresa...
La verdad es que esperaba poco de "Mis dos vidas". No es que sea una maravilla, pero, a decir verdad, es una película bastante decente y que sale avante con un recurso que hace años le vimos a Gwyneth Paltrow en "Si yo hubiera". En aquélla al personaje central se le desdoblan dos alternativas de su vida dependiendo de si sube o no tal metro (de ahí el título original, "Slidding Doors"). En "Mis dos vidas" sucede cuando Natalie (Lili Reinhart), en la fiesta de graduación, se hace una prueba de embarazo luego de haber tenido sexo casual con su mejor amigo, Gabe (Danny Ramírez). Una alternativa da positiva, obligándola a volver a casa de sus padres en Texas; la otra, negativa, le permite seguir con sus planes y mudarse con Cara (Aisha De), su mejor amiga, para seguir sus sueños de volverse una animadora en Los Ángeles. El recorrido la sigue por cinco años.
La premisa de "Mis dos vidas" persigue indicar que, al final, todo estará bien y que "hay varios caminos para llegar a Roma", si se permite la adaptación del clásico refrán. A su favor está, en gran medida, Lili Reinhart. La actriz tiene una dulzura que hace fácil sentir empatía por Natalie, queriendo que le vaya bien y esa buena voluntad se le transmite a la película. Quizás es, el propio y muy universal deseo, de pensar justo eso mismo, que las cosas se acomodarán.
A Reinhart la cobijan bien Danny Ramírez, quién viene de "Top Gun: Maverick", y quién aquí brilla mucho más que en aquélla, y David Corenswet (Jake, el novio de la Natalie que va a L. A), y a quién da gusto ver de nuevo luego de "The Politician" y "Hollywood". Luke Wilson está simpático como el papá despistado de Natalie.
"Mis dos vidas" (qué título más horrible y obvio) es una cinta sobre descubrir de qué va la vida y hacerse camino en ella. Su sinceridad y corazón la sacan a flote ante más de un tropiezo, justo como a Natalie. Eso sí, es como para "verla una vez" y no "en ambos lados" como sugiere su título original.
🦉🦉🦉
"Look Both Ways"
EE. UU. 2022 - 1h 50m
