"Los últimos días del crimen" de Olivier Megaton / Netflix

Una novela gráfica es la base para esta película que piensa que más es mejor y que no sabe qué hacer con una premisa que se antoja interesante y termina en una escusa sin sentido.

En un futuro indeterminado, el gobierno de EE.UU. ha desarrollado una señal que ataca el cerebro de cualquiera que intente cometer un acto criminal. Antes de que se implemente, Graham Bricke (Edgar Ramírez) se une al estrafalario Kevin Cash (Michael Pitt) y su hermética novia, Shelby Dupree (Anna Brewster) para realizar un crimen que pase a la historia.

La película empieza de forma interesante. Tiene en Edgar Ramírez a un protagonista comprometido. Luego, comienza a dispersarse por todas partes sin saber exactamente de qué quiere hablar y cuál es su eje central. Se construye sobre una anécdota poderosa que pone sobre la mesa qué tan válido sería el control del gobierno en aras de la paz, para dedicarse a construir una historia que por momentos es un drama familiar, en otros uno de gángsteres en guerra, uno de atracos, de distopia con tintes de ciencia ficción o un romance criminal. Al final es una pérdida de tiempo y un crimen cinematográfico.

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