El increíble acto de ser Wes Anderson.
Con “La maravillosa historia de Henry Sugar”, Anderson regresa a las adaptaciones de Rold Dahl luego de haber realizado “El fantástico señor Fox”. En esta ocasión no se trata de stop motion sino de live action y del inicio de un grupo de cuatro cortos basados en cuentos del escritor inglés cuya pluma ha dado clásicos de la literatura y el cine como “Matilda”, “Charlie y la fábrica de chocolates” y “Brujas”.
“La maravillosa historia de Henry Sugar” cuenta la historia de “Henry Sugar”, pseudónimo para un adinerado heredero que utiliza su fortuna en apuestas que planea no perder nunca o sólo cuando convengan por estrategia. Ello le será posible luego de haberse encontrado con un libro donde un médico cuenta el método de Imdad Khan, un hombre que podía ver sin usar sus ojos.
Este mediometraje inicialmente se pensó sería la primera parte de cuatro y que conformarían una película. En realidad, son cuatro títulos independientes que tienen en común el formar parte de la narrativa menos conocida de Dahl y que tiene un tratamiento más adulto. Los otro tres son cortometrajes: “El cisne”, “El desratizador” y “Veneno”.
Este medio le viene muy bien tanto a la obra de Dahl como al estilo de Anderson. Permite no llenar con paja en una adaptación que tuviera que ocupar al menos hora y media, pero, además, muestra un gran equilibrio entre acción y diálogo. Es narrado en su totalidad con la peculiaridad de que la narración se va alternando entre personajes. Comienza con Roald Dahl (Ralph Fiennes) contando y de ahí se pasa al Dr. Marshall (Richard Ayoade), Imdad Khan (Ben Kinglsey) y el propio Henry Sugar (Benedict Cumberbatch). Los actores hacen otros personajes y todo sucede en foro, con fondos y escenografías que se mueven, como si fuera teatro.
“La maravillosa historia de Henry Sugar” es realmente maravillosa. Es inventiva, divertida y dinámica, una muestra de lo mejor de Roald Dahl y Wes Anderson. Una muestra de madurez del director que presenta algo muy a su estilo y que al mismo tiempo es único y demuestra su madurez.
Henry significa el “amo de la casa” y aquí, sin duda, el amo está en control y entrega una maravillosa alegoría sobre lo que significa realmente ver y lo hace con mucho sentido del humor, con mucha azúcar.
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EE. UU. / Reino Unido 2023 - 37m
