Y ahora puede besar... a la madre de la novia.
Esto de ser "algo" de la novia se está descontrolando. El origen está en "El padre de la novia", una comedia de 1950 con los legendarios Spencer Tracy y Elizabeth Taylor. Era una adaptación de la novela de Edward Streeter y se centraba en los temores que el padre experimentaba al saber que su hija se casaba. De ahí estuvo el remake en 1991 con Steve Martin que tuvo dos secuelas y luego se han desprendido otros derivados que van de "El hijo de la novia" a "La hija de la novia", incluso por ahí está una de terror que se centra en "El vestido de la novia" y que ya está en el terror. "La madre de la novia" es una más.
A "La madre de la novia" se le promueve utilizando los dos grandes éxitos de su director, Mark Water, "Chicas pesadas" y "Un viernes de locos". Las dos son éxitos de inicios de siglo e incluso podría decirse que son ya clásicos. El enfoque en ambas está más en lo adolescente, aunque la segunda explora también las relaciones madre-hija, lo que podría ser algo positivo para "La madre de la novia". Con todo, la comparación la desfavorece.
Brooke Shields es Lana, una exitosa genetista que se sorprende cuando Emma (Miranda Cosgrove) le anuncia que se casa. Acto seguido están en Tailandia donde descubre, para su sorpresa, que Will (Benjamin Bratt), el amor de su vida universitaria, es el padre de RJ (Sean Teale), el prometido de Emma. Ellos no terminaron en los mejores términos y ahora están destinados a ser familia.
"La madre de la novia" es la película que Netflix lanza para celebrar el 10 de mayo. Es de fórmula y predecible, lo que la rescata son sus estrellas. Brooke Shields, como siempre, luce hermosa, es carismática y agradable de ver. Hace buena pareja con Benjamín Bratt, quién, para ser sinceros, tuvo sus mejores momentos en los años de "Miss Simpatía". Miranda Cosgrove es una estrella joven y una de la televisión gracias a "iCarly", pero necesitará mejores vehículos si busca hacerse de una carrera en cine. A Sean Teale la película no le ayuda mayormente más allá de dar cuenta que tiene estatus para protagonizar, aunque eso ya se había visto en "Rosalina". Está también Chad Michael Murray quién es el tercero en discordia, Lucas, un médico; un tanto raro verlo convertido en el "atractivo visual". Wilson Cruz y Michael McDonald hacen a Scott, hermano de Will, y Clay, su pareja. La que roba cámara es Rachel Harris como Janice, la mejor amiga de Lana. Es un elenco resuelto, muy solvente y con muy buena química. Es de esos casos en que no queda duda de que ellos la pasaron bien haciendo la película y eso ayuda.
Las comedias románticas se han convertido en uno de los medios ideales para promover un destino y "La madre de la novia" no es la excepción. Es una hermosa postal de Tailandia y cumple en ese sentido. En los otros terrenos hace poco o nada nuevo, vaya ni siquiera el que Emma sea influencer le suma algo especial o innovar. Utiliza los recursos habituales como el antagonismo del amor, los consejos de los amigos y la familia, la boda y, desde luego, muchos enredos que incluyen a los protagonistas en situaciones "incómodas" o que los obligan a convivir y a resolver sus diferencias.
Al final, "La madre de la novia" es predecible, divertida y olvidable... es para el momento. Es, como toda comedia romántica, una declaración sobre el amor que incluye a la familia, los amigos y, sobre todo, la integridad de defender quién se es o se quiere ser. Sí, con menos profundidad, en realidad, y un simpático baile final que no está de más... después de todo es sólo para festejar a mamá, no para filosofar ni mucho menos (para eso hay otras películas).
❤❤
EE. UU. 2024 - 1h 28m
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